Escuchas a algunos adularte “con la de años que llevas tu corriendo podrías hacer un maratón en cualquier momento” y se te hincha el pecho. Y un día te pones en la línea de salida a usar ese comodín imaginario porque no lo preparaste como debías por problemas físicos, apatía y porque la cabeza estaba pichipichá. En ese preciso momento, aunque tu no lo veas, el Sr. Maratón abrirá su faca y te susurrará al oído: ¿Quién te crees tú para llegar aquí escaso de kilómetros, con problemas físicos, sin estrategia y sin tensión competitiva? Te vas a enterar…
En los tiempos que ves a gente que hace 4h en maratón con zapatillas con placa de carbono, con relojes de 400€, haciendo ayunos intermitentes y con entrenadores personales, recordad que esto es trabajo y cabeza, lo demás es HUMO. Nadie va a inventar la pólvora y si no trabajas debidamente lo pagarás y al que escuches decir “para éste no he entrenado” no le creáis nunca, o es un portento de la naturaleza (solo conozco uno) o miente como un bellaco y está insultando tu inteligencia atlética.
La cabeza me llevó a meta y cruzo los dedos para el futuro porque sólo me falló una vez, que yo recuerde. Pero mi físico no me aguantó, mi trabajo fue insuficiente, sufrí demasiado y no disfruté.
Lección aprendida Sr. Maratón de Sevilla.
Pd. Hola querida Montaña, ya estoy aquí de nuevo perdóname por esta infidelidad. Tenías razón.
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