miércoles, 25 de abril de 2018

LOS MIEDOS DE LOS CORREDORES por Antonio Medina


Y que caiga fulminado ahora mismo por dos fascitis plantares severas si lo que os voy a contar es mentira:

Acababa de dejar a mi hijo en sus clases extraescolares de inglés y me fui a rodar una horita por Toledo. Una tarde-noche cualquiera de este agradable otoño que hemos disfrutando (marramiau). Subía yo por las escaleras/rampa que dan acceso al Parque de la Vega frente al Hospital de Tavera, cuando un moscón de los que habitan en la Vega con la noche ya cerrada me empezó a chistar

-¡¡¡Chssst!!! ¡¡¡chssst!!!

En un segundo, miré, vi el percal, agaché la cabeza y aceleré el paso. No le di tiempo ni a decirme “moreno guapo”. Parece raro ¿a que si? os repito, aceleré el paso ¡cuesta arriba! es que estoy en un estado de forma terrible. 
Tal que así me quería hacer el lechón
La noche era desapacible, acababa de jarrear y hacía viento. Giré hacia el paseo central de la Vega a la altura del Tiovivo y por la parte izquierda mientras evitaba las baldosas de mármol blanco me llamaron la atención unos papás que estaban con su hijo de unos 5 años que se deslizaba por un tobogán, a pesar de ya ser de noche y además desapacible. En ese preciso instante apareció un perro rubio con una cabeza como una garrafa de agua de 8 litros del Mercamona, corría paralelo a mí por la parte interior del seto. Entre mis “aypordios, aypordios” y los jadeos del can a mi vera, escuché las palabras mágicas:

-¡Tranquilo chaval, si no hace nada!.

Yo pensé sin acritud: “tuputamadreagarralperroCABRÓN”, y cuando me acercaba al momento en que el camino de la fiera y el mío se cruzarían, cuando acababa el seto antes de llegar al templete de la música, cuando estaba yo a punto de decirle (los perros entienden todo eh) "vete a por aquel jubilado que a mi me tienes seguro" el perro detuvo su carrera y atendió a la voz de su amo. 

tal que así me miraba la fiera
Todavía con tembleque de rodillas y sin caberme pajita por ahí, no tanto por la insinuación del rijoso que me dio la bienvenida a La Vega como por el perro que “sólo quería jugar”, me dirigí al paso de cebra de la parada de taxis y ya estaba casi en el margen de la otra acera cuando un coche chirrió sus ruedas frenando. Me dejó el faro derecho a tres dedos de mi rodilla izquierda por su parte interna. Miré para el conductor con los brazos abiertos gritando un “¡ostiacoño!” y él miró para mi con las manos en posición de rezar a la altura de la boca pidiendo perdón.

tal que así frenó el fittipaldi
Os vuelvo a repetir: que ahora mismo me ataquen dos fascitis plantares fulminantes si lo que os estoy contando no es verdad, en 200 metros escasos todo esto me ocurrió.

Uno cuando sale a entrenar sale feliz y contento, sin miedo alguno, faltaría más. Aunque los peligros están acechantes como habéis visto. Donde se manifiestan los verdaderos miedos de los corredores es cuando vamos a participar en carreras y se repiten matemáticamente cada vez que nos apuntamos, es inevitable. Y  su magnitud y cuantía van asociadas al kilometraje de la carrera. Así, en una carrera de 10kms te brotarán algunos de estos miedos con poca intensidad, si es una media maratón serán algunos más y con mayor desasosiego y si vas a participar en un maratón te brotarán todos ellos en su máxima expresión. 

Visto en la Feria del Corredor del Maratón de Madrid, este tipo va a recoger el dorsal

A continuación os relaciono unos cuántos que me vienen a la cabeza y los agrupo en varias clases:

LA MADRE DE TODOS LOS MIEDOS DE UN CORREDOR
  • A no lograr tú objetivo. Este miedo puede dividirse en dos sub-miedos no acumulables entre sí: 
    • A no lograr acabar la carrera sea cual sea el motivo.
    • A no lograr la marca para la que has entrenado.


MIEDOS RELACIONADOS CON LA LOGÍSTICA DE LOS DÍAS PREVIOS A LA CARRERA
  •   A resfriarte los últimos días.
  •  A que surja un imprevisto de fuerza mayor que te impida ir a la carrera.
  •  A que te siente mal la cena de la noche previa a la carrera.
  •  A no descansar la noche previa a la carrera.

MIEDOS RELACIONADOS CON LA LOGÍSTICA DEL DÍA DE LA CARRERA:
Estos pueden ser de varios tipos, enumero sólo unos cuantos:

     MIEDOS RELACIONADOS CON EL DESPLAZAMIENTO A LA SALIDA:
  •   A dormirse el día "D" y llegar tarde a la salida "S".
  •   A que se te averíe el coche camino de la carrera.
  •   A que no encuentres aparcamiento en la zona de salida.


      MIEDOS GENERALES DE LOGÍSTICA:
  •  A olvidar algo imprescindible: dorsal, imperdibles, geles, vaselina, gorra, dignidad…
  •  A que haya una gran fila en el guardarropa y no te dé tiempo a llegar a la salida.


     MIEDOS RELACIONADOS CON EL VIENTRE ANTES/DURANTE LA CARRERA
  •    A que no haya baños portátiles.
  •   A que aun habiendo baños portátiles haya una fila de 300 corredores.
  •    A que habiendo accedido al baño éste no tengan papel y hayas ido de “caza mayor”.
  •    A un retortijón en carrera, a sucesivos o incluso cosas peores.

MIEDOS RELACIONADAS CON LA CLIMATOLOGÍA:
  • A que haga viento en carrera (siempre será de cara).
  • A que llueva en carrera.
  • A que haga calor en carrera.
  • A que haga frío en carrera. 
  • En menor medida o casi nula otro tipo de fenómenos meteorológicos      como que te caiga una granizada en carrera, una nevada o incluso un rayo. 

MIEDOS A CIRCUNSTANCIAS IMPREVISTAS EN CARRERA:
  •  A una pájara.
  •  A una lesión.
  •  A un deshidratación.
  •  A una  rozadura.
  •  A una caída (tropezones, zapatillas desatadas en carrera (tuyas o ajenas), patinazos en avituallamientos, etc.)
  •  A que se te rompa una zapatilla (¿quién te garantiza que no puede ocurrir?), yo tuve una pesadilla una vez con este miedol.
  •  A que haya poca participación en la carrera.
  •  A quedar el último.
  •  A que te gane tu archienemigo.

Y vosotros, ¿QUÉ?, no me vengáis con la milonga de que no tenéis miedo.

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