jueves, 18 de febrero de 2016

Reflexiones en Voz Alta de un Socio (Por José Ignacio)

Estimadas compañeras y compañeros, esta Asociación ha puesto a nuestra disposición este Blog para, entre otras cosas, poder expresar nuestros pensamientos de vez en cuando, por supuesto, respetuosos con el prójimo, como no podía ser de otra manera. Os recuerdo que cualquiera de vosotras y vosotros puede hacerlo a través de la Pestaña del mismo nuestro Blog Contacta con Nosotros donde se explica el cómo.


A veces me pongo a pensar (seguro que a ustedes les ha pasado lo mismo), a reflexionar sobre el auge que últimamente está gozando esta Asociación; eso es bueno, señal de que se están haciendo las cosas bien. 

Sí, parece ser que las cosas se están haciendo bien..., ¿o no...?, porque ¿cómo sería posible que en una Asociación de imaginemos más o menos 150 componentes, con una Junta Directiva y algún que otro miembro asociado, que dedicaran su tiempo libre a administrar sus temas, a crear y gestionar eventos sociales y culturales, que se quitaran el tiempo de su vida personal y familiar para el bien común de los otros y el buen funcionamiento de la Asociación, repito mi pensamiento, cómo sería posible que siendo tantas y tantos, y tan variopintos SÓLO acudieran un puñado de ella y de ellos al evento más importante del año como es la ASAMBLEA ANUAL de la misma, donde (vuelvo a reflexionar) se supone que es allí donde todas y todos ellos deciden el devenir del grupo?... 

... Eso no sería posible; algo no cuadra en mis pensamientos. Y me pongo a reflexionar de nuevo... A mí me pasó que antes de decidir si darme de alta en la Asociación, me comentaron que en ella no te obligaban a nada, y no sólo eso, sino que constantemente te daban ropa y todo. Jope, qué chollo. Y yo pensé..., ¿y qué sentido tiene hacerse socio de un grupo sólo porque no te obligan a nada y además te dan cosas...? Y me dije: tengo que buscar un sentido a esto. Si quiero formar parte de ellos es porque quiero aportar cosas al grupo; de otra manera no le veo sentido...

... Y me puse a pensar de nuevo, y a echar cuentas: si imaginando que fueran unos 150 (más o menos) y cada de ellos aportara una idea en el año en curso, resulta que tendríamos unas 150 ideas candidatas para ser elegidas; alguna de ellas cuajará. Ahora sí le veo sentido: se pueden hacer muchas cosas de esta manera. Y con ese sentido o sentimiento casi me convencí de formar parte del grupo.

No satisfecho con mis pensamientos, me puse a reflexionar de nuevo: pero no todo ha de ser aportar; también puede uno participar, consumir lo que otros aportan, dar contenido y forma a las ideas surgidas, que seguro que el que las ha creado te lo agradecerá, y se sentirá reconfortado y dispuesto para crear la próxima que se le ocurra; de no ser así (vuelvo a reflexionar), el tinglado se viene abajo. Si no hay consumo, no hay oferta.

Y pienso..., bueno pues, me hago socio; pero para dar sentido a mi decisión, me obligaré a mí mismo con estas dos alternativas: bien ofreciendo (ofertando), bien demandando (consumiendo). O dicho de otro modo: puedo aportar cosas, o puedo consumir lo que otros aportan, o ambas cosas; eso ya sería éxtasis, clímax, el "no va más"...

Por si no lo saben, al final de mis reflexiones decidí hacerme socio; y aporté, y participé, siempre que me fue posible (cuando no se puede..., no se puede). Tanto de una manera como de otra, me he dado cuenta que alguien se siente agradecido al otro lado.

Y de vez en cuando, sigo reflexionando ¿vamos en el bueno de los sentidos...?, y me surgen nuevos sentimientos: de no ser así, nos cargaríamos el tinglado...

... Así qué, a reflexionar, a aportar y/o a participar (siempre que se pueda) para que las cosas tengan un sentido. Recordar que nuestra APORTACIÓN y nuestra PARTICIPACIÓN no son OBLIGATORIAS, pero son IMPRESCINDIBLES para que no se nos caiga el tinglado.

Reflexiones en Voz Alta de un Socio
Por José Ignacio




4 comentarios:

  1. Menuda reflexión mas acertada, me veo reflejada en esos pensamientos en un pasado mío, y siempre que pueda seguiré participando en la medida de lo posible

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  2. Muy bien dicho José Ignacio. En estos colectivos siempre hay alguien que ha de tener el lomo más ancho, en nuestro caso eres tu y nunca se podrá ponderar suficientemente la labor que haces, muchas gracias. Pero eso no quita que la gente deba arrimar el hombro proponiendo iniciativas, apoyando las que se propongan, en fin, ayudar es que se pide. Porque somos muchos aunque no lo parezca a veces

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  3. La gente ha de entender que la Asociación ES MÁS que una gestoría de ropa gratuita, y nosotros los meros gestores de la misma. Por lo demás, de momento estoy a gusto con lo que hago. Lo del lomo ancho, no sé yo...

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