martes, 12 de mayo de 2015

LA INGRATITUD DEL MARATÓN

By Antonio Medina


Todos acabaron Madrid, pero ¿todos contentos? Hay gente que acaba la maratón y ya está pensando en la siguiente y también hay gente que acaba y no se cuelga de un árbol del Retiro porque la cuerda de la medalla no aguantaría su peso. Pasado un tiempo prudencial, muchos de éstos últimos se retractan, les pica el amor propio y se vuelven a poner en faena y comienzan a preparar otra. Pero hay un mínimo número de corredores que no vuelven a correr una maratón más en su vida, o prueban un par de veces mas y se acabó. Hay corredores que llegan a meta, dolientes, habiendo sufrido lo indecible, maldiciendo a su ocurrencia de hacer un maratón.

Visto en burguillos, pero bien podría ser una pintada de un maratoniano maltratado en meta.

La maratón es adictiva, si no gratificara la llegada a meta lo suficiente no repetiríamos. Imaginad el caso en el que uno resultara maltratado de una manera feroz la primera vez que participara. Imaginad que ese corredor, solamente por dignidad tuviera los arrestos necesarios para participar una segunda vez, sólo para dar un bofetón a los 42,195 kms. Y de nuevo el abofeteado fuera él. Y aún así, lo intentara una vez mas y volviera a casa de nuevo lamiéndose las mismas heridas y magulladuras de las otras dos ocasiones.

Un día hablando con Ángel, un fondista retirado de la carrera a pie a pesar de ser joven y sano, mirándole de reojo hacia su inevitable barriga de “no corredor”, le pregunté “-Y tú ¿por qué sólo corriste un maratón?” “-Una vez la corrí y me sobró toda. La preparé bien y sufrí tanto tanto tanto que no me compensó el sacrificio”. Renegó por los siglos de los siglos de la distancia. Cierto es que son casos muy extraños ¿no? Buscad alguien que haya dejado de correr maratones y sólo encontraréis maratonianos retirados por edad o por lesiones persistentes que le obligaron a colgar las zapatillas. Pero habelos, hailos.



Finalizada la Maratón de Madrid de 2015 un amigo corredor muy discreto, ya con experiencia en  varias participaciones en maratón y tras haber sufrido de nuevo como un perro me dijo al oído absolutamente convencido: “Antonio, no vuelvo a participar en un maratón en mi vida, sufro tanto tanto tanto que he llegado a la conclusión de que no me compensa el sacrificio con la decepción de llegar a la meta arrastrándome de dolores. Mi único objetivo es acabar, pero esto es inhumano…e innecesario”. Me apenó muchísimo escuchar esto de alguien cercano porque yo disfruto mucho con la maratón, y con sus preparaciones mas aún, y me considero un afortunado y si disfrutarais todos los corredores como disfruto yo en el día a día de las X semanas de preparación, ya solamente por eso os compensaría 100%. También es cierto que me dio que pensar mi amiga Carmen hace unos años, tras una decepción en mi preparación para un maratón la cual estuvo plagada de lesiones, sobrecargas, ampollas e innumerables dolores (de cuerpo y alma), me dijo: “Antonio, a lo mejor es que la distancia, los 42 kms no son para ti”. Hala, sin anestesia ¡¡Zas, en toa la boca!!.  Pues probablemente mi físico no es ni por asomo el adecuado para esto, y de mi técnica de carrera tipo airgam-boy ni hablamos, 
¿Arrastrando piernas corriendo? ECONOMÍA DE CARRERA PURA Y DURA

y como el 90% de los corredores populares sufro los abusos de la distancia casi siempre, pero ¿por qué seguimos corriendo maratones? Porque nos compensa. ¿Y el día que no compense? pues ya veremos. Mucho ánimo amigo.


6 comentarios:

  1. Julián Gómez Estéban13 de mayo de 2015, 13:16

    Si señor, muy bien escrito y mientras te aguante el cuerpo y te siga gustando, sigue preparándote y corriendo maratones, hazlo por los que ya no podemos hacerlos, me da mucha envidia, de la gente que todavía se prepara y puede correrlos, hay tienes el ejemplo del amigo J. A. Toledano, que a sus 65 años, todavía sigue en la brecha, así como otros.
    Un abrazo y seguid disfrutando de la carrera.
    J. Gómez

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  2. Bueno bueno, ATENTA LA COMPAÑÍA... FIRMES... AAAAAARRRR!!!
    A sus pies, ILMO.SR. D. Julián Gómez Esteban. Ejemplo paradigmático de esos casos que nombro, al cual unas malditas hernias de disco le retiraron malamente. Nunca olvidaré esas grupetas por el arcén de San Bernardo escuchándote "este, este es el ritmo maratón", cuando no existían los garmin y se medía el ritmo de poste a poste de la carretera con el Casio. No hace tantos años la verdad, pero es que esto ha evolucionado de una manera impensable.
    Un abrazo del "memito".

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  3. Es una gran reflexión.

    Correr tantos kilómetros, sea cual sea el objetivo, es una proeza. A todos los que nos gusta el deporte, y en mi caso, lo hemos practicado desde pequeños, siempre nos ha gustado sentirnos satisfechos de hacer algo grande.

    Lo bueno del maratón, es que puedes sentir la sensación que vive una persona profesional, al realizar algo grande. Esto es el atletismo, quizá no juguemos una final de la champions o vayamos a unos juegos olímpicos, pero puedes acceder a correr un maratón casi cada mes, y aunque no es barato, puedes intentar vivir esta gran experiencia de una manera más o menos flexible.

    Yo tengo poca experiencia en el mundo del "running" y menos en el maratón, donde debute el año pasado en Madrid con una marca de 3h y 1 min.

    Siempre he destacado en todos los deportes que practicaba desde pequeño, pero lo único en que invertí tanto mi infancia como adolescencia fue en el fútbol, donde tampoco conseguí grandes proezas, pero siempre destaque a nivel regional e incluso nacional diría yo.

    Sin embargo, y quizá por algo de talento, nunca me había enfrentado a algo, que deportivamente me superase. Para mi, hacer deporte nunca fue dificil, tampoco suponía un reto demasiado exigente a nivel mental ni físico. A pesar de mi competitividad y afán de hacer bien, todo aquello que me proponía, nunca me encontré nada que lograse hacerme pequeño. Fue entonces cuando conocí a Tony, y me comento hace unos 3 años que porque no corría y me apuntaba a carreras.

    Varias historias más que podemos compartir, hasta llegar a hoy, que ya he corrido 3 maratones y cada vez que terminó estoy pensando en el próximo.

    En mi caso me enganche al maratón, porque es la única cosa que me supone un reto mental y físico al que exponerme, cada vez es diferente y es un monstruo al que respetar siempre

    He dicho, un abrazo a todos.

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  4. Has dicho y además lo has dicho muy bien.
    Un saludo Felipe
    Antonio

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  5. Que locuaz " secretario" como siempre una fuente de sabiduría........pero que tendrá el maraton, que siempre te deja ese gusanillo.......fíjate a lo tonto llevo 5, y planeando el 6......
    Como alguien dijo por ahí : el dolor es pasajero, la gloria eterna.......!

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  6. Si, si un fuente de sabiduría, un pozo sin fondo, un aljibe inagotable... ¡anda risión!
    Pues imagínate yo, que estoy a punto de inscribirme al siguiente no... al que va después. Todo por un calentón con unos gin-tonics y unos mojitos.

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