lunes, 16 de marzo de 2015

POR UNA HISTORIA DE AMOR INTERMINAB .

By Antonio Medina

El Barrio Residencial del Polígono Santa María de Benquerencia de Toledo es un barrio diferente, lo digo sin sentido peyorativo. Uno se puede encontrar con declaraciones de amor como ésta en mitad de un paseo peatonal que no creo que se encuentren en otros barrios de la ciudad:




El amante no terminó su declaración pero a mi lo que me intriga es como diría José Mourinho ¿POR QUÉ? Tirando de imaginación, pienso en varias explicaciones:

Razones médicas: ¿un esguince en la mano?
Razones espaciales y de organización: ¿le faltaba una baldosa para terminar la frase?
Razones del capacidad del disco duro del corazón: ¿se le acabó el amor de tanto usarlo y se arrepintió?
Razones de falta de memoria o de mente dispersa: ¿le llegó un guasap, se puso a otras cosas y olvidó terminar la frase?
Razones románticas estilo folletín de Corín Tellado: ¿acaso se cruzó otra persona en ese justo momento de la cual se enamoró perdidamente y se abandonó a la pasión con ella dejando de lado el grafitti dedicado a la otra?

Yo creo que la mas probable es:

Razón cómica: el spray lo compró en el SUPER-ASIA por 0,75€ y traía 10g de pintura, como un azucarillo.  El pobre aprendiz de grafitero enamoriscado que también quería ser poeta, queriendo mostrarle a su churri amor eterno, por falta de presupuesto (o por que era un rata simplemente), a ese desgraciado va y se le acaba el espray en el momento cumbre de su declaración de amor. En el momento más inoportuno, escribiendo la palabra decisiva de su composición INTERMINABLE.

Llega la temporada de maratones y el que mas o el que menos ya está contando las semanas que le quedan hasta la fecha de la carrera elegida. Yo ya he parido y después de contar y recontar con los dedos de la mano comenzaré el 1 de abril mi plan de 14 semanas. Una abuela diría "Dios mediante" pero yo soy mas de si "San Ibuprofeno no se nos aparece".

Los primeros en inaugurar la temporada de entrenamientos con la cabeza agachada fueron los del maratón de Sevilla; y los de Madrid ya están embarrados. Se por mis conversaciones con Marisol que el director de operaciones de su grupete de fondistas que fue a Sevilla fue Jorge Colomar, que formaron junto a Nacho un grupo excepcional; se decantaron por hacer un plan medio, no muchas semanas pero cargaditas. De Sagrario, Carlos y Javi Daza no se qué plan habrán hecho, pero de Nóe intuyo que habrá echado semanas desde... agosto del año pasado.

Los planes cortos son muy socorridos para gente que no puede prolongar durante mucho tiempo su preparación, bien por motivos laborales, familiares, pura pereza… por lo que sea; son del tipo del Plan de afinamiento de 7 semanas de Ricardo Ortega; planes engañosos porque hay que ir con un trabajo previo de varias semanas, hay que llevar unos cuantos kilómetros acumulados en las piernas. Y luego están los clásicos planes de 14 a 18 semanas que te programan tus entrenamientos durante 4 meses y pico. Los primeros son cortos e intensos y los segundos largos pero algo más relajados. En ambos casos es inevitable pensar rendirse cuando flojea la fuerza mental, cuando coincide con épocas de como las que hemos pasado con climatología adversa: hablo del maldito frío, hablo del maldito viento y hablo de la maldita lluvia. Es inevitable pensar en algún momento “Jope, quién me mandará a mi meterme en este embolao”, ¿o soy yo el único que lo piensa cuando suena el despertador a las 7 de la mañana el domingo y te esperan 25 kms con un suave viento polar a un par de grados bajo cero? No creo. Ah, y no pongamos que entran en juego variables como molestias en el jamoncillo o un pinchazo en la rodilla. Esas semanas se te puede hacer INTERMINABLES, sean muchas o pocas las que resten y con la peor que puede ocurrir en nuestra cabeza: que se nos instale un sentimiento de incertidumbre respecto a si vamos a ser capaces de llegar a la cita a pesar de nuestro esfuerzo titánico para vencer al dolor diariamente.
¿Un clásico de la literatura? No, es un plan entrenamiento para maratón
Yo he probado las dos variables: el infalible Plan 7 semanas de Ricardo y los también infalibles Planes de Carmen Vega de 14 semanas (cuando el tema ha fallado estoy convencido al 100% que el culpable ha sido mi físico). Y aunque existieran planes que mezclaran las bondades de ambos y alcanzaran un punto virtuoso de intensidad y duración, siempre debemos tener la fuerza mental para que en mitad de la novena serie de 400 y cuando aún te quedan otras tantas y está lloviendo, o cuando tras 25 kilómetros aún te faltan 5 mas para acabar la tirada larga y el viento sopla de frente (siempre sopla de frente)... EN ESE PRECISO MOMENTO, uno tenga arrestos para apretar los dientes y completar el entrenamiento programado. Por supuesto hay que apartar los pensamientos del tipo “Esto se me está haciendo INTERMINABLE”. Moved con fuerza el espray, que siempre quedará un poco mas de pintura para acabar vuestro entrenamiento.

4 comentarios:

  1. Buena crónica "Secre" como siempre has dado en clavo......jejejejeje

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  2. Buena crónica "Secre" como siempre has dado en clavo......jejejejeje

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  3. Recuerdo yo mi primer Maratón Mapoma hacia el año 2001 en el que llegó un momento que no hacía más que decir al grupo con el que iba: "pero, ¿cuándo se acaba ésto?"; esta es mi particular Historia Interminable.

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  4. Como diría Julio Anguita, programa, programa, programa, o tener una condición física fuera de lo normal, que no va a ser el caso. Todos podemos pasarlo mejor o peor según el entrenamiento que se haya realizado

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