viernes, 6 de febrero de 2015

"EL MARATÓN QUE TOLEDO NUNCA TUVO" -La Tribuna de Toledo

Hoy se nombra a nuestra Asociación en la prensa Local, en una nueva iniciativa que el Diario La Tribuna de Toledo tiene respecto a nuestro querido deporte y prueba reina. Cada Viernes, dedicarán una página en exclusiva dedicada a la Maratón. Seguro que muchos de los socios podrán encontrar aquí un rincón para contar sus experiencias, revivirlas y conocer las del resto de corredores locales.

Sería muy bueno que en una de estas secciones el título sea totalmente distinto, Toledo tiene ya su Maratón.

Disfrutadlo!
Saludos a todos


http://www.latribunadetoledo.es/noticia/Z912C79FB-C456-D976-F510819712B7457C/20150206/maraton/toledo/nunca/tuvo

El maratón que Toledo nunca tuvo

Sergio Miguel - viernes, 6 de febrero de 201
Fondistas Toledanos planteó a finales de los noventa una prueba de 42 kilómetros, denominada "Maratón de las Tres Culturas", cuyo ajustado proyecto el Ayuntamiento capitalino no vio posible llevar a la práctica
Toledo merece un maratón. Y un día estuvo a punto de tenerlo. Son muchas las propuestas que se han manejado en la capital regional para contar con una prueba atlética de 42 kilómetros, una de las pocas que le puede faltar teniendo en cuenta el amplio calendario de carreras populares que atesora. Sin embargo, hubo una que estuvo más cerca que el resto de convertirse en realidad.
Se trata del denominado Maratón de las Tres Culturas, proyecto de la Asociación Fondistas Toledanos para dotar a la Ciudad Imperial de una carrera de larga distancia, homologada y atractiva tanto para atletas profesionales como populares, aunque con un trasfondo eminentemente turístico. Su primera edición, programada para 2001, nunca llegó a llevarse a cabo, a pesar de contar con un trazado y presupuesto fijados, así como una posible fecha en el calendario deportivo.
El proyecto, abanderado por deportistas toledanos reconocidos, como los integrantes de Fondistas Toledanos y Ricardo Ortega, contemplaba una fecha cercana al 8 de diciembre, día de la Inmaculada, propicia en aquellos años para evitar sobrecargas en el calendario. Asimismo, al ser patrona de la Infantería, favorecería la implicación de la Academia, uno de los apoyos con los que se iba a contar.
Y es que lo más destacado del proyecto es que se iba a implicar a muchos sectores de la sociedad toledana. No sólo se solicitó apoyo a la Academia con su logística para carpas, sino también a distintos clubes de atletismo de la ciudad y las escuelas para generar un cuerpo de voluntarios importante el día de la carrera.
Al tener un componente cultural importante, también se iba a intentar relacionar esta carrera con uno de los motores económicos de la ciudad, el turismo. Así, se iban a incluir como iniciativas complementarias visitas guiadas, rutas, representación de alguna leyenda, entradas a museos y comidas de hermandad. Todas ellas actividades paralelas en una feria del corredor más que completa. Incluso, se quería explotar la vertiente didáctica con un curso sobre maratón, en el que la Facultad de Ciencias del Deporte iba a tener un papel preponderante. De nuevo, subiendo al barco a otra fuerza importante, la Universidad.
Por lo que se refiere a su viabilidad, la organización previó todos los gastos con detalle y en aquella época de finales de los noventa, en la que los primeros cálculos todavía figuraban en pesetas, se estimó que podía costar entre 5.402.290 y 5.763.290 pesetas, menos de 36.000 euros actuales. Lógicamente, el mayor peso debía recaer sobre firmas comerciales y el apoyo económico de las instituciones, puesto que el precio de la inscripción se fijó en 1.500 pesetas para una participación aproximada de medio millar de atletas. Cantidad suficiente para que un maratón de estas características sea asumible para Toledo.
Todo ello, eso sí, contando con premios en metálico, con alguna propuesta avanzada para la época, equiparando las gratificaciones femeninas a las masculinas. Como obsequio, se regalarían espadas, de un modelo por edición; aquel que tuviera las cinco tras otras tantas participaciones, recibiría entonces una panoplia. Para los ganadores, se otorgaría una armadura de dos metros. Todo estaba previsto al detalle en el maratón que Toledo nunca tuvo.

3 comentarios:

  1. Por cierto....os vigilo desde la sombra...y os controlo también!! Saludos a todos!

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  2. Me gustaría saber porque este Maratón nunca llegó a salir adelante?...

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  3. Eso ya nos lo contará Ricardo. A ver si se lo pregunto y se anima a aclarárnoslo en una entrada.

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