martes, 24 de febrero de 2015

Crónica de la Media Maratón SUBIDA AL CAMORRO (Por Carolina)


De cómo una FONDISTA TOLEDANA y un BIKILAMANJARO (Fondista a la sazón)  dejaron alto el Pabellón en  la Subida al Camorro de Castañar de Ibor

Suena “Air” de Johann Sebastián Bach en el teléfono, son las 6:00 de la mañana de un domingo 22 de febrero, la melodía invade el dormitorio de paz y tranquilidad pero es la hora de levantarse y por un momento pienso en lo que me espera con lo feliz que soy en este momento.

Nos levantamos José Ignacio y yo, nos arreglamos y cargamos pilas, aproximadamente a las 7:00 de la mañana nos subimos en nuestra xsarita y salimos de casa para ir directos al infierno.

Tardamos aproximadamente dos horas de viaje hasta llegar a este pueblo que está justo antes de Guadalupe, que por cierto este año no se hacía en esta fecha pero se pospone hasta abril, según nos comentaron ayer gente de la organización, al llegar estaba todo invadido de humo, estaban quemando algo, pero a duras penas se podía respirar el aire fresco de la mañana, buscamos para coger los dorsales y nos indican que tenemos que subir un pronunciada cuesta hasta llegar a la plaza del pueblo, pero bueno de eso iba hoy el día de subidas… El pueblo está en alto y las calles son muy estrechas con lo cual los coches no los podíamos subir a dicho lugar y teníamos que acceder andando.

Recogemos los dorsales y bajamos de nuevo al coche para colocarlos en nuestras respectivas camisetas, pues así lo hacemos, a continuación subimos otra vez para arriba y allí calentamos y nos quedamos hasta la hora de la salida las 10:00 de la mañana.

Se da la salida y bueno de momento es bajada hasta el kilómetro 2 aproximadamente; la gente sale rapidísimo, sin pensar en que falta toda la carrera, y me consta que la mayoría eran de por allí, y conocen la carrera puesto que es la tercera edición, pero bueno allá cada uno. Yo en principio no la tenía que haber corrido, estoy poco a poco empezando a entrenar pero el ansia y el no poder estarme quieta me sobrepasan, voy reservando fuerzas por lo que pueda venir después, ya habíamos visto J. Ignacio y yo imágenes de las anteriores ediciones y vimos que era dura, así que así lo hice, luego estaba continuamente vigilándome las piernas, tengo un ligero pinchazo en el piramidal izquierdo que me recorre los isquios pero me deja, no puedo alargar zancada pero ahí voy.

Llegado el 2 empieza la carrera a subir; en principio parece llevadero, pero aquello coge un verticalidad que para que os voy a contar, el terreno era intransitable, no había manera de pisar, estaba lleno de piedras, grandes y no tan grandes, también de ramas, de retamas a las que te agarrabas para no caerte para atrás, la gravilla no te ayudaba se te escurrían los pies hacia abajo, pero no obstante, cogí una bocanada de aire y me dije con dos… y pá, arriba, fui proyectándome con los brazos y cogí en plena subida a cuatro personas dos de ellas eran chicas; la subida era interminable, los organizadores que estaban apostados en las piedras nos orientaban, pero aquello no se acababa, yo por mi reloj la calcule en 1,7Km y para que os hagáis una idea tardé 19 minutos el kilómetro, ¡fue terrible!, y mi paso era enérgico; hubo un momento que los gemelos me estallaban y J. Ignacio cuando nos vimos e intercambiamos experiencias me dijo lo mismo.

Por fin coronamos y llegó un momento que me paré porque no sabía si tenía que ir a derecha o a izquierda; en ese momento una de las chicas a la que había pasado llega arriba y me indica el camino; ella se tiró a la bajada y me empezó a sacar distancia, pero era increíble me decía, o sea, el esfuerzo que he hecho en la subida para coger a la gente ahora lo pierdo en la bajada, en principio la bajada era mala pero no tanto, pero según nos adentrábamos en ella, que os cuento, era cien veces peor que la subida y ya es decir, no había manera de plantar el pie, eran piedras enormes y afiladas, me recordaba al camino ese que hay del poligono a Sta Bárbara que esta lleno de piedrecitas (el de la vía del tren), y por el que no nos gusta ir, pero nada qué ver; las piedras eran pleistocenicas (enormes), había tramos que también me recordaba a la Pedriza (te acuerdas Mariano, Fonta…), cuando teníamos que saltar de unas a otras, el cuidado era extremo, a la mínima el pie que quedaba detrás se resbalaba con ellas, entre tramos de piedras había arroyuelos que había que saltar o pisarlos; había charcos de un lado al otro del camino, llenos de barro que tenías que pensar por donde atravesar, y cuando finalmente encontrabas algunos kilómetros transitables para correr y venias rapidito, tenías que parar en seco porque te encontrabas con el charco de rigor que había que saltar, y eso te rompía el ritmo, luengo empezabas a correr y cuando ya cogías el mismo venía otra subidita y otra y otra….

Había veces que me encontraba en plena sierra sola, aunque la organización era aceptable y había protección civil por todas partes que con los walkies nos tenían controlados para evitar que nos perdiésemos, continuamente te encontrabas en las ramas carteles con: “Tramo muy peligroso”, me acuerdo arriba que pasamos por un caminito estrecho y mirabas a tu izquierda y veáis la ladera de la montaña llena de cantos rodados, pero el final de la misma no se podía dilucidar de lo alto que estábamos, yo ahí sentí miedo, pero tiré para delante.

En el kilómetro 16 empiezo a pasar otra vez a gente esta vez, paso como a unos 5 ó 6, entre ellos chicas, pero empieza otra subida tremenda, parecida a la del kilómetro 2; bueno pues aquí nos meten entre medias de los olivos subiendo y nos encontramos en las mismas, piedras, gravilla y retamas, que bien me vinieron para agarrarme, en la subida iba viendo a la chica que iba delante de mí, y veía que a penas podía mantener el equilibrio, iba destrozada, pero los demás estábamos más o menos; coronamos y la cojo, es la chica que me dejó en la primera bajada pronunciada que se tiró por ella y me sacó un buen trecho y no la volvía a ver el pelo, pues era ella, la paso, le doy ánimos y me marcho; a 10 metros tengo a un chico a tiro y le cojo, ahora la bajada no es tan difícil como la primera, se puede correr rapidito. Me hallo en el kilómetro 18,5, vamos al 19; los organizadores nos dicen que ya está hecho, me preguntan que si me ha gustado y les digo que “no”, que es demasiado técnica; vamos para los que habéis hecho Guadalupe, ésta es una bolsa de gominolas (pero de las blanditas, no de las de la asociación,¡eh Ricardo!) comparada con la de ayer; los organizadores me dicen “claro queríais más montaña, pues tomad montaña” a lo que deduje que en las anteriores ediciones les pareció ligerita y querían más, con lo cual esta edición era diferente a las dos anteriores,  pero una cosa es más y otra lo que nos tenían preparado, ¡Que pasada!, si alguno lo queréis comprobar ahí está todos los años para que el quiera que lo compruebe y luego que me diga.

Bueno sigo con la carrera que y estoy acabando sobre el 19 tengo a tiro a dos chicas, pero en la bajada noto un dolor muy fuerte en el dedo gordo del pie, me lo voy haciendo polvo me voy clavando la zapatilla y apenas puedo pisar, así la última bajada medio andando, medio corriendo, aguantando el dolor y sin poder correr, hago lo que puedo; en esto que voy sufriendo, que se me caen las lágrimas y que la rabia es insoportable, pero doblando una curva aparece un ángel dentro del infierno; es J. Ignacio, me tranquiliza, y me ayuda como siempre; vamos a 10 metros de las chicas, pero no puedo, no puedo, el dolor es terrible, la bajada se sigue acusando y cuando por fin acaba empieza otra subidita que va a la plaza del pueblo hacia la meta, intento remontar lo que he perdido pero finalmente entro detrás de ellas y se acaba todo.

Me miro el pie y tengo la uña con un hematoma que pasados 2 ó 3 días tornará a morado y la uña me tardará prácticamente todo el año en cambiarla, así este verano me toca pintármelas, de momento me cuesta calzarme y moverme estoy rota, me duele todo.

J. Ignacio las impresiones que me ha transmitido es que le ha parecido también durísima, aunque él ha hecho carreras más técnicas, en el tramo de las bajadas le pregunté porque me acordé mucho de él; sé que es muy prudente y me comenta que la gente que ha ido pasando, le pasaron a él en las bajadas, pero que luego los cogió otra vez, muy divertido ¿no?.

Finalmente llegó la recompensa: él quedó primero en su categoría, ( es admirable y eso que a penas entrena) y yo segunda en la mía; en cuanto los premios un poquito escasos, como diría Manolo, ¿o qué?.


Me he extendido más de la cuenta, pero así os entretengo un ratito y nada animar a la gente a que se marque estos retos personales, porque ser, lo son.

Carolina

9 comentarios:

  1. Enhorabuena a los dos. Que grandes.
    Carolina tu tambien escribes muy bien, parece que lo estaba viendo.
    Un saludo

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  2. Que buena la crónica Carol, después de leerla se me han quirado las ganas de ir a correrla.
    Me la he imaginado por tu descripción perfecta. Ahora toca recuperarse y curar esa uña.
    Enhorabuena a los dos

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  3. Felicidades Carolina por el éxito en la Subida al Camorro de Castañar Ibor y por lo bien que has relatado tu experiencia. Ahora bien también es verdad que el domingo en el desayuno se os echo de menos.

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  4. mariano braojos: Muy entretenida la cronica, esas carreras se disfrutan durante y despues mas

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  5. Enhorabuena a los dos y sobre todo a ti Carolina por el esfuerzo añadido de correr con tu lesión. Una vez hecho esto espero que te animes para hacer el maratón de Madrid.

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  6. Carolina, espectacular crónica cinematográfica... pero nos deberías aclarar el género de la peli. Yo diría que es un falso Drama con final feliz, o un documental de naturaleza donde una pareja de leopardos cazaron 2 podiums tras un gran esfuerzo.
    Enhorabuena Carolina y Jose Ignacio. Y al contrario que le ha pasado a Yayo, a mi me han dado ganas de participar en la próxima edición. Ea

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  7. Muchas gracias a todos, por las felicitaciones a ambos, espero que hayáis vivido la experiencia, de eso se trataba.
    Capi gracias por la crónica que nos dedicaste sobre la carrera erótica..
    Yayo gracias y dile a Alvaro que la carrera del domingo estaba hecha a su medida.
    Marqués gracias, ya sabía que todo lo que hago te gusta, y yo si que te eché en falta el domingo día 15 (carrera-erótica),pregunté por ti,y rápidamente me dí cuenta de tu falta, nos vemos el domingo.
    Mariano gracias, me acordé de ti cuando iba corriendo, como de todos los montañeros de la asociación y que han corrido conmigo alguna carrera de estas.
    J.Carlos gracias también, se que estás pendiente, pero lo del maratón va ser que hoy no, mañana.
    Antoñito te quedaste con las ganas, fue una película de terror, pero el año que viene lo compruebas, ¡Ah! yo creo que son gepardos ¿no?.
    xxxxxxxx.besitos a todos.

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  8. Carolina eres una crack en todos los sentidos y te admiro. Enhorabuena por tu carrera fantástica a pesar de los problemas que tienes y por tu afán de superación fruto de tu pundonor y tu trabajo. Felicidades por esta crónica tan fantásticamente redactada. Transmites ilusión en algo tan duro como es este deporte y haces que lo veamos como algo fascinante. Felicidades y no cambies nunca.

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  9. Carolina; Muchas gracias Jose, por esas palabras tan bonitas que me dedicas y me alegra mucho que te haya gustado mi historia, la creé con el propósito de compartir con todos vosotros mi experiencia.

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