Este domingo una etapa novísima: LA VEGA-DUQUE LERMA-BARBER-PERALEDA-SAN MARTIN-RONDA DEL VALLE- ETECE ETECE
Y una cita a la que nos envía Gonzalo, de FISIOTERAPIA FORMA (C/Roma) por si alguien está interesado en esta interesante cita. Aprovechamos para recordaros que Clínica Forma tiene precios especiales para Socios de la AFT.
Bueno, pues ya pasó la Navidad.
Volvemos a la normalidad y sólo falta que nuestras cinturas y los entornos umbilicales vengan a su ser con las rutinas de entrenamiento y sobre todo con las rutinas gastronómicas.
Que la Navidad es una fiesta eminentemente religiosa es indudable, pero como
todas las fiestas relacionadas con la religión… son aburridas, al menos para mí
que la fe no me sobra. Pero los humanos siempre tendemos a aderezar las
“soserías” con sal, y en este caso esa sal son las supersticiones. El momento
cumbre de las Fiestas Navideñas para los creyentes es la Nochebuena con el
Nacimiento de Jesús (que me corrijan los fondistas católicos si estoy
equivocado), pero para los menos creyentes, bien por juventud o bien por madurez ese momento cumbre suele ser
otro: por juventud, los niños ven el punto culmen de la Navidad en la llegada de los juguetes de Papa Noel, los Reyes Magos, Rapa Nuí, el Coco o quien sea, el caso es que lleguen juguetes. Para los que ya estamos en edad adulta y no creemos mucho, los momentos de máximo disfrute en la Navidad pueden ser los más insospechados: para un corredor puede ser participar en la San Silvestre, para un ludópata o para un simple jugador es el Sorteo de Lotería. Pero el punto de inflexión para cualquier persona niño, adulto, creyente, no creyente, deportista, ludópata o simple jugador es el tránsito al Año Nuevo y su previa Nochevieja. Y a esos momentos le echamos la sal de mil supersticiones bien para
acabar con el mal fario de un mal año pasado o sólo para repetir un simple “Virgencita
que me quede como estoy”. A ver, recapitulamos las supercherías: nos tomamos
doce uvas que coinciden con los últimos doce segundos del año y que coinciden
con la cifra de doce meses que tiene un año con el objetivo de tener suerte en
todos y cada uno de esos futuros doce meses; nos ponemos ropa interior de color rojo
para tener suerte en el amor el año entrante. Brindamos con champagne tras las
uvas para tener suerte (con agua no vale, trae mala suerte) y además la
copa ha de llevar un anillo de oro dentro para tener un año afortunado en
dinero… y asi cada año van surgiendo nuevas y nuevas tontadas para entretener
al personal. En la tele este año circulaba un video/selfie de una
familia tomando las uvas con una bolsita de infusión colgada de la oreja. Me
ahorro el comentario.
En el mundo del deporte también
existe la superstición: hace unos días leí en un periódico deportivo una
noticia de un jugador de fútbol que en los partidos oficiales siempre jugaba
con los mismos calzoncillos desde hacía años porque una vez le salió un buen
partido y consideraba que el hecho causante de su buena tarde habían sido sus Abanderado
(un crack el chaval eh). El slip de marras tenía ya 5 añitos, ya decía “¡papá!” y para los
que estáis sonriendo y pensando en el papel de las magdalenas... después de cada
partido la mamá del trastornado lavaba los calzoncillos con Ariel que
lava más blanco. Tonto pero con una madre limpia.
Nuestro ejemplo patrio en
cuanto a manías y supersticiones lo tenemos en Rafa Nadal, el tipo más trallao
que jamás ha parido madre. Entre punto y punto compulsivamente se coloca el
pelo detrás de las orejas, se recoloca su calzoncillo con una maniobra
superelegante, da unos golpes con la raqueta en sus zapatillas, limpia las
líneas si juega en tierra batida y antes de sacar bota la pelota un determinado
número de veces. Delante de su silla para los descansos coloca a sus pies dos botellas de agua, una delante suya y otra a la izquierda de su silla. Toma un sorbo de una
botella y un sorbo de la otra y repite ese ritual alternativamente en cada
descanso del partido hasta que éste acaba. Antes de jugar, 45 minutos
antes, se da una ducha de agua fría, luego cambia los grips
negros de sus seis raquetas colocando cinta blanca encima de la negra, dándole
vueltas y más vueltas metódicamente en sentido diagonal. Más tarde, tras un masaje y el vendaje en sus pies y en sus manos, se viste, se moja el pelo y coloca su
sempiterno pañuelo en la frente. Vamos, que solo le falta mear en las cuatro esquinitas del campo para marcar territorio.
Y en el atletismo sin llegar a
esos extremos el único caso de manías que yo conozco era el caso de la
destronada Marta Domínguez, que siempre competía con la misma cinta rosa
sujetándose el pelo. Esa cinta se la regaló su abuela y ella creía que le traía
buena suerte. La también retirada Mayte Martínez se pintaba como una puerta
para competir… pero creo que no era ninguna manía, simplemente era coquetería, aunque siempre me
llamó la atención verla con sus coloretes, sus labios perfiladitos de carmín, sus
pestañas repeinaditas y sus perlas en las orejas. Coquetería, seguro.
Yo recuerdo una vez que corrí un maratón con
una pulsera que me hizo mi hijo Sandro; en mi caso no era coquetería me la dio él antes de la carrera y me dijo que me iba a traer suerte. Y cuando nació mi hija
Rosalía corrí también un maratón de Madrid con un chupete suyo en el bolsillo. No me lo dió, intuí yo que me iba a ayudar a acabar la carrera. En
París el año pasado corrimos toda la delegación de Fondistas Toledanos con unas banderitas
españolas que nos cosió con cariño la noche antes Marisa, la mujer de Juan (¡animo
amigos!). Y hace unos años más, cuando fuimos por primera vez al maratón de París, Tito también nos adornó la equipación bajo el Arco del Triunfo con unas pequeñas banderitas de España. Aún conservo ambas.
Y todas estas pendejadas ¿me
trajeron suerte? No sé, pero animan en algún momento critico del maratón.
En EspañaStevie Wonder se popularizó con la mema “I just called to say I love
you” o la prescindible “Don’t drive
drunk”. Afortunadamente, hubo otro Stevie Wonder años atrás
de los 80’ que grabó canciones como la tremenda SUPERSTITION (1972), por la cual ya
merece una página en la historia de la música.
y de propina una actuación de Little Stevie Wonder, 14 añitos tenía el figura, interpretando FINGERTIPS (1964). Un grande de la música
Como algunos de vosotros sabéis, y a los demás se lo digo ahora, me están haciendo una aplicación para dispositivos móviles que yo he diseñado sobre Entrenamiento de Maratón que patrocina JOMA.
Se trata de la elaboración de un Plan de Puesta a Punto Personalizado de 7 semanas de duración para el maratón que decida correr el usuario. Aunque es un Plan que está ampliamente experimentado, desde hace 35 años, necesito probar si todos los pasos diseñados, tanto para la recogida de datos que lleva a la personalización, como luego a la elaboración del entrenamiento, se ajustan a la realidad.
Para estas pruebas necesito voluntarios que vaya a correr un maratón en concreto. Así pues, a todos los miembros de nuestra Asociación que lo deseen yo me comprometo a elaborarles el Plan siguiendo las instrucciones que figurarán en la aplicación para el maratón que deseen correr, desde ahora hasta el mes de mayo, que es cuando probablemente ya pueda aparecer en el mercado la aplicación.
El que se ofrezca voluntario, solamente tiene que mandarme un mensaje a la dirección de correo ricardoo@sescam.jccm.es con los siguientes datos iniciales: nombre y apellidos, sexo, fecha de nacimiento, dirección de correo electrónico y maratón para el que desea entrenar. Después le iré pidiendo más datos de acuerdo con la secuencia que sigue la aplicación.