¿Sus habéis fijao como recorto en siluetaaaaa? |
DORSAL
846
TEMPUS
FUGIT
(Escrito por Jesús Flores)
No os haré una crónica del maratón
de Valencia contando el tiempo que nos hizo (inmejorable), ni las sensaciones
vividas antes, durante y después de la carrera. Todos los que habéis corrido
las 26 millas
y 385 yardas
las conocéis y después de leer hace unos días la excelente crónica que hizo
allá por los 90 nuestro socio decano Ángel Arrabal, poco más se puede añadir
sin caer en los tópicos. Dejemos, por tanto, las vivencias en el ámbito de lo íntimo.
¿Qué os puedo contar entonces? Simplemente,
que me siento feliz. Feliz porque después de cuatro años he vuelto a correr un
maratón; feliz porque he podido
prepararlo, que es lo que realmente tiene mérito (como me dijo Miguel Ángel
Suárez, “el domingo fuimos simplemente a recoger la medalla”); pero, sobre
todo, feliz porque he podido responder que SÍ a una pregunta que llevaba
aplazando (y que Antonio Marqués se encargaba de recordarme) desde que empecé a
recibir la visita inoportuna de la pubalgia y constatar que mi cuerpo ya no era
infalible: ¿podré correr nuevamente un maratón por debajo de las 3 horas?.
En la película Hechizo de Luna uno
de los personajes se preguntaba ¿Por qué
los hombres persiguen a las mujeres? Porque
tienen miedo a la muerte era la respuesta concluyente. Yo creo que corremos
por la misma razón; no porque nos dé miedo exactamente “la huesuda” (que diría
un paisano de Jorge Colomar), sino porque necesitamos sentirnos vivos. Pues
bien, parafraseando al Sabina, así estoy yo: más vivo que Antoñete el día de su
reaparición triunfal en las Ventas tras unos años al otro lado del telón de
acero.
Y como cuando uno tiene un éxito
personal siente unos deseos irrefrenables de agradecer a todo el mundo lo
conseguido (en el fondo lo hace para vestir de modestia la vanidad) y no tengo
la oportunidad de subirme a un escenario a recoger la estatuilla y agradecer a
los papás o a las vírgenes de España, cual Almodóvar, el premio recibido, me
subo a la tribuna que me brinda nuestro blog para dar las gracias.
Gracias, Rafa, por los kilómetros
que hemos recorrido juntos. Gracias, José, por acompañarnos en tu tierra y por
el sitio tan cojonudo en que comimos. Gracias a ambos por ponerme las pilas y por
esa competencia sana que espero nos dure muchos años.
Gracias, José Ignacio, porque
corriendo a tu lado uno parece mejor corredor e, incluso, mejor persona.
Gracias, Carolina, por protestar y
no rendirte.
Gracias, Jorge, por tus mensajes de
aviso a un tío tan despistado como yo.
Gracias, Miguel Ángel Bonilla, por ser
un referente. De mayor quiero ser como tú.
Gracias, Marcelino y Juan, por
vuestro apoyo y por mantener el equipo.
Gracias, José Luis, por la alegría
que me dio verte tan saludable y optimista el domingo en la Espada Toledana.
Gracias, Armando, por darme a
conocer a los Fondistas, y a ti, Marisol, por ayudarnos a resolver el “crucigramarius”
(tú sí que acabas de superar un muro).
Gracias, Miguel, por tu generosidad
infinita y por los padres que te engendraron. No olvidaré los 28 kilómetros que
me regalaste dos semanas antes silenciando tus molestias.
Gracias, Manolo y Juan, por tirar de
nosotros los domingos y fiestas de guardar. Ya sabéis que estáis invitados.
Gracias, Antonio Medina, por ese
ritmillo.
Gracias, Antonio Marqués, por hurgar
en la herida (sin acritud, que diría Felipe González).
Gracias, “presi”, por el tiempo que
nos dedicas. Si se propone ponerte en nómina, cuenta con mi voto favorable.
Gracias, Paco, por cerrar la pista
conmigo muchas noches y velar por mi mochila.
Gracias, Ricardo, por tu amor al
atletismo y correr conmigo este maratón que nos da la razón.
Gracias al padre que está en los
cielos y a la madre que en la tierra me da el último consejo antes de las
carreras: “si te cansas, te paras”.
Gracias, Jesús y Miguel, hijos míos,
por encontrar en vosotros la horma de mis zapatos y enseñarme tantas cosas.
Gracias, Rosa, por todo lo que no se
ve y no se dice.
Jesús Flores
Jesús, felicidades por tu maratón, por tu marca y por esta preciosa entrada que nos regalas. Pero sobre todo felicidades por tener esa larga lista de gente a tu lado, esa es la parte más dificil.
ResponderEliminarVaya entrada que hiciste, se te nota que hicistes las cosas bien, antes, durante y espero que después hayas rematado, ¡tu ya sabes!
ResponderEliminarFue un placer compartir momentos contigo en Valencia, antes, durante y después del maratón.
Que alto se esta poniendo el "listón literario"..........asi que mejor voy al grano.
ResponderEliminarUn placer, el haber compartido algunos kms contigo, o mejor dicho....tantas vueltas a la pista (jajajaja).
Enhorabuena por ese pedazo de marca, y espero que sigamos compartiendo esta afición muchos años, junto con los compañeros de la AFT........!!!!!
PD: me siguen llegando ofertas de booking.....jejejeje
Emocionante, Jesús. Esta entrada en el blog es buenísima desde la foto que la encabeza hasta el punto final. Enhorabuena por tu marca, por responder con un sí a la pregunta que te planteabas, por tu sensibilidad a la hora de escribir y por contar, como dice Begoña, con tanta buena gente a tu alrededor. Por algo será!!!!
ResponderEliminarQue puedo decirte Jesús, has escrito una crónica tan SENSACIONAL como la maratón que realizaste, fue una gozada veros correr en Valencia. A todos nos ha quedado muy claro que hay "Flores" para rato, tienes una fuerza de voluntad brutal y muchísima calidad. Espero que sigamos compartiendo muchísimos entrenamientos juntos.
ResponderEliminarQue maravilla, que bien escrito y que emocionante... una de las mejores.... !enhorabuena!
ResponderEliminarArmando
Enhorabuena por la carrera y por la crónica.
ResponderEliminarChapeau!!!!!
Guillermo Sentenac
GRACIAS A TI JESUS, por tener en cuenta mis opiniones. Estoy orgulloso de lo bien que has corrido el Maratón.
ResponderEliminarGran detalle la invitación de celebrar tu gran marca maratoniana con todos nosotros, con la TARTA conmemorativa que trajiste para desayunar.
¡¡¡ARRIBA LOS CORAZONE!!!!
Antonio Marqués del Pozo
Enhorabuena, Jesús¡¡¡ por la marca, por la crónica, y, sobre todo, gracias por compartirla.
ResponderEliminar