Crónica del CAMINO 20 ANIVERSARIO...

Por Chema Díaz Ropero

Etapas: Villafranca del Bierzo al Cebreiro, la última etapa de Castilla-León, considerada por muchos la etapa reina del Camino por su longitud y dificultad 31 km subiendo primero suave y al final los 7 últimos km de gran dificultad por la pendiente y por el firme rugoso y con piedras. El Cebreiro a Triacastela, la primera etapa gallega, más corta, unos 21 km, con el firme arreglado, casi todo como una pista, y una vez pasado un tercio de la etapa, culminando el Alto do Poio una bajada suave hasta el final. El paisaje de los dos días un auténtico disfrute sobre todo para los que venimos del “secano”.

Iniciamos el viaje 33 personas la hora prevista las 3’30. En la preceptiva para de tres cuartos de hora montamos la “oficina de recaudación” para el pago del 50% del hospedaje y el coste del autocar (por cierto subvencionado para los socios con una reducción de 5 euros). Llegamos a Cacabelos a eso de las 10 de la noche, alojándonos en el Hostal Sta María (y algunos en el hotel Moncloa) porque habíamos llenado el anterior. Dio tiempo a cenar un grupo en el restaurante la Moncloa (que nos hizo un menú fuera de la carta) y otros de tapas igual de ricas y de económicas.

El día 28 se formaron varios grupos para hacer diversas distancias en la etapa Villafranca-Cebreiro, el autocar fue haciendo paradas en Villafranca, en Trabadelo y en Vega de Valcarce. De las muchas anécdotas se pueden contar dos: A David le dio un poco de frío en la salida y se hizo los 31 km a ritmo de élite, Grego fue la heroína de la jornada haciendo (con Manolo) la subida completa. 

El autocar nos llevó de vuelta a Cacabelos en dos viajes. A la 1 a los que habíamos hecho la etapa corriendo y a los andarines más rápidos. A las 4 a los que hicieron más distancia andando y a los más tranquilos. Por la tarde a las 5 y media Antonio nos organizó una visita a la bodega Cuatro Pasos donde hicimos una degustación de vinos de la bodega elaborados con uva de la zona (mencia).

El domingo 29 salimos a las 8’30 de Cacabelos (con el equipaje en el autocar) para iniciar la etapa en el Cebreiro. También aquí el autocar hizo paradas en Hospital y en el Alto do Poio para quienes querían hacer menos distancia. En Triacastela algunos nos pudimos duchar en un alberque (previo pago de dos euros) y comimos en el restaurante “Complejo Jacobeo” también económico de calidad y un servicio muy rápido. 

Iniciamos el viaje a Toledo a las 3 de la tarde llegando a las 10 de la noche. Ha sido un viaje sin ningún incidente, muy agradable, que refuerza la camaradería de los fondistas y ha dejado prácticamente a todos con ganas de repetir.

Acceso a todas las imágenes: Macedonia Octubre 2019

Por Chema Díaz Ropero

Publica: José Ignacio