sábado, 24 de agosto de 2019

EUKONKANTO

(Por Jesús Flores)
Es bien sabido que las dos grandes pasiones de un fondista son la carrera y su mujer. Que cada cual ponga la prioridad o la intensidad con la que se entrega a cada una de ellas.

No en vano, ambas pasiones convergen en nuestra tradicional cena de Navidad, bautizada en sus orígenes como Cena Homenaje a la Mujer del Corredor. Por fortuna, los tiempos cambian y cada vez son más las mujeres que se incorporan a nuestra asociación, por lo que aquella denominación dejó de tener sentido, a pesar de los esfuerzos que aún sigue haciendo nuestro presidente emérito por rendir pleitesía a nuestras señoras en forma de coplillas que hacen las delicias de los presentes. Auténtico y genuino, Ricardo.

No es que sea yo muy partidario de juntar, ni mezclar los objetos de mis pasiones y aficiones. Como dice Russel Crowe en el brindis que hace en Master&Commander: “Por las esposas y las amantes. ¡Por que nunca se conozcan!”. Pero siempre hay maravillosas excepciones que contradicen las convicciones de uno. Y nuestra asociación es un ejemplo de ello, por lo que finalmente he decidido asomarme a este blog para proponeros una carrera que encaja con la idiosincrasia de un auténtico fondista toledano.

Se trata de la carrera "Carga con la Esposa" (en finés, "eukonkanto"), aunque por analogía fonética podría traducirse por ¡Cómo pesas, encanto!. Se celebra cada año el primer sábado del mes de julio en la localidad finlandesa de Sonkajärvi,  cerca de Helsinki, y el premio es ni más ni menos que ¡el peso de la mujer en cerveza!, otro aliciente más para un fondista de pro.


En la edición de este año, la pareja lituana arrasó por segundo año consecutivo. ¡Qué felicidad rebosan los dos! No cabe duda de que esta competición sirve para estrechar los lazos y robustecer las relaciones de pareja, aunque realmente lo que aquí se estrecha es la cintura del porteador y lo que se robustece son sus piernas.



Como habréis podido apreciar, el estilo que triunfa es el estonio (colgando la mujer boca abajo con las piernas agarrándose al hombro del marido y cogiéndole la cintura), pero también se pueden realizar otros tipos de carga: a coscoletas o al estilo bombero (sobre el hombro).


Tampoco hace falta cargar con la mujer de uno. Vale cualquier doncella que sea mayor de edad, pese al menos 50 kilos y vaya debidamente protegida con un casco.


Si queréis saber más sobre las normas o los orígenes de esta carrera, podéis consultar las siguientes fuentes:
Y si después de lo visto, no podéis reprimir por más tiempo el deseo irrefrenable de inscribiros en la próxima edición, pinchad sobre la siguiente imagen para acceder a la web oficial de la prueba.

Ni que decir tiene que, tras la carrera, culminaríamos esta aventura deportivo-marital con una auténtica y merecida sauna finlandesa, una de las mejores experiencias que se pueden tener en la vida. Os lo aseguro.



¿Alguien se anima? Como diría Leo Harlem: ¡No hay huevos! 
Lo que no hay son riñones.
Publicado por Jesús Flores

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