jueves, 18 de julio de 2019

DONDE EL GALGO NO PIENSA SALTA LA LIEBRE (rebobinando) by Antonio Medina

Como mucho me podría autodenominar Teckel, un perro cerril y obstinado. Y ladrador, yo ladro mucho, a veces demasiado. Lo sé, aunque en mi descargo también digo que a los Teckel toda la fuerza se nos va por la boca. En cuanto me viene alguien haciendo cucamonas me tiro boca arriba para que me rasque la tripa. No soy nadie.

Autorretrato en Benasque
Los Galgos no ladran, solo observan y corren detrás de otros Galgos. Los veo llegar cuando estoy estirando y vienen con los ojos desencajados y rebufando sin poder decir ni hola. De mi entorno además de Galgos reconozco un San Bernardo, algún y alguna Caniche y una Perra de Aguas que corre que se las pela; también distingo algún Rottweiler, algún Bulldog y varios Lebreles Italianos. Yo definitivamente soy Teckel y a lo máximo que llego cuando estoy en forma es a Bodeguero Andaluz, moviendo la cola al ver el ritmo medio del entrenamiento en el Garmin.

Fondista Toledano "galgo" en un entrenamiento dominical
Este año entrené como nunca para un maratón de asfalto, para Badajoz, en febrero. Doce semanas muy duras, algunos momentos (¡teckel iluso!) me vi incluso como un perro cruzado, una mezcla Teckel y Galgo. Un cruce imposible. Un resfriado inoportuno me echó a perder la carrera, y la maldita cabeza que nunca me había fallado. Tras aquella decepción tuve que parar forzosamente, algo más de un mes para curar ese mal resfriado. Retomé los entrenamientos quedándome un mes y medio escaso para ponerme a tono y llegar al Gran Maratón de Montaña de Benasque mi otro objetivo de la temporada. Y me planteé el objetivo con unos entrenamientos que me garantizaran llegar a meta, sin más pretensiones. 4 días por semana, 3 de ellos de rodajes de una hora “pelá” entre semana y una tirada larga facilona los fines de semana haciendo desniveles pero sin terrenos técnicos. Lo más alejado a lo que han sido siempre mis entrenamientos. Para mí siempre todo ha sido poco: si podían ser 6 días a la semana mejor que 5 y cuantos más kilómetros, horas, piedras y desnivel mejor. Y es que yo siempre se lo digo a la gente, tengo la mala suerte de que no me lesiono nunca y como me gusta entrenar, entreno mucho, a eso no me gana nadie. Y acabé Benasque, y con las mejores sensaciones de mi vida 7h53min. Feliz porque acabé, y sin los problemas físicos que no me dejaron rendir la parte final en las ediciones anteriores.

Tensión extrema en la linea de salida
Tensión extrema en la linea de llegada
Y donde el Teckel no piensa, salta la liebre.
Tres días después de la carrera, el martes noche en cama estaba desvelado, y empecé a pensar en la carrera (los Teckel nos desvelamos de vez en cuando). Fue entonces, a las 4 de la madrugada cuando fui consciente de que había mejorado mi mejor marca realizada en 2016 por 35 minutos, y la de 2018 por 1h 40 minutos. En carrera había ido absolutamente relajado y con la única preocupación de llegar a meta y disfrutar. Y me privé hasta tal punto de responsabilidad y tensión que no disfruté de ese momento impagable cuando avistas meta y tienes la certeza de que vas a batir tu marca.
Si hubiera sido Galgo no se me habría pasado el detalle, pero nací Teckel y creo que debería morir Teckel.

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