martes, 21 de noviembre de 2017

CRÓNICA DEL VIAJE DE LA AFT A LA BEHOBIA 2017

By Antonio Medina




“Antonio, estás tardando en escribir una crónica de la Behobia” (José Enrique dixit)

¿Y qué voy a contaros que no hayáis oído antes de esta carrera mítica entre los corredores populares? Poco os voy a sorprender. Yo la tenía apuntada desde hacía muchos años en la lista de “deberes”. Año tras año abrían las inscripciones e inmediatamente abría yo el VíaMichelín y comprobaba que San Sebastián estaba igual de lejos siempre, “jopé que lejos para ir sólo un fin de semana”. Los corredores hablan de carreras bonitas, carreras que hay que hacer al menos una vez en la vida, y al loro, que nadie se me ofenda por lo que voy a decir: el recorrido de la Behobia ES FEO, pero es que el 90% de las carreras en ruta SON FEAS, es así ¡¡jodé que incluso tiene un tramo aproximado de unos 3kms que se hace por una autovía!!. Lo que hace diferente a la Behobia y deja una huella imborrable en todo el que la hace es el volumen de participantes, este año 31.000 y sobre todo la animación en carrera: música de Barrikada a todo trapo subiendo Gaintxuriketa o el rockero pirata ya en la bajada de este mismo alto en las mismas condiciones agitando una bandera pirata con un mástil de un par de metros de largo.
el  Rockero Pirata de Gaintxuriketa

Hay tramos como a la salida en el mismo Irún, cuando se cruza Rentería (un espectáculo), desde Pasajes hasta coronar Miracruz y el tramo final ya en San Sebastián que son pasillos humanos de varias filas animando como si no hubiera mañana. Por esto dicen los corredores que es la mejor carrera de España, insuperable. ¿Y organizativamente? PERFECTA, zonas de salida y llegada, ropero, trato de los voluntarios a los corredores… todo extraordinario. Un botón: en la zona de salida había cientos de baños portátiles para la meada del miedo previa a la salida (o para caza mayor como dice Menchero) y muchos de ellos estaban reservados exclusivamente para mujeres, un detalle que yo jamas había visto. Las carreras organizadas por Clubes de corredores, que ya van quedando pocas, son las mejores.

También hay que decir todo, la carrerita de marras cuesta 47 EURAZOS, un precio muy bueno para una marathón pero no olvidemos que es una carrera de 20 kilómetros; buena bolsa del corredor con camiseta Adidas y a la llegada a meta fruta, isotónicas y medalla, pero aún así me parece una pasada; no os voy a dar la eterna perorata con lo que a mi entender debe costar una carrera, porque al final esto es como un cuadro de Miró, vale lo que se quiera pagar por él.

Entonces ¿os la recomiendo o no? ROTUNDAMENTE SI, la Behobia hay que hacerla al menos una vez y disfrutar de ese ambiente único.

Lo que nunca olvidaré de la Behobia será el viaje con los fondistas: la compañía, las anécdotas, desde hace años eso es lo que a mí me queda de las carreras en las que participo.

No olvidaré el viaje al Maratón de Sevilla en febrero donde se fraguó este viaje a la Behobia 2017: Si algún día tenéis que vender algo no dudéis en contratar a José Enrique, cualquier comisión estará bien pagada. Pasado Córdoba ya le decíamos “que si por Dios, en cuanto pillemos wi-fi nos inscribimos, pero por favor calla ya y tú Angel no te tires por la ventanilla que dice que se calla”.

¡Dorsales oigaaa, vendo dorsales para la Behobia oigaaa! ¡¡Jose Enrique me llaman!!

Ni tampoco olvidaré ese conductor del autobús enemistado con las barreras de los peajes y dando marcha atrás de unas cabinas a otras a ver si alguna tenía piedad de él. Y  Carlos Barcia gritando “¡¡Aproveeeecha ahora, detrás suya!!”cuando un autobús en la barrera de al lado pasaba sin problemas. Tampoco olvidaré la última media hora de viaje en la que se soltó el hombre y se puso a contar chistes, eso si malos como pegar a un padre.

Nada, que ésta no se levanta (la barrera, malpensados)
Por supuesto recordaré cuando yendo el sábado en bus hacia San Sebastián,  Juanjo nos explicó con toda la seriedad del mundo señalando las vacas que estaban pastando en los prados en pendiente que esas vacas eran únicas en el mundo: tras unos estudios de una prestigiosa Universidad se había descubierto que habían evolucionado genéticamente y se habían adaptado al terreno escarpado de tal modo que siempre estaban comiendo de lado porque las patas posadas en la parte baja del terreno eran más largas que las que estaban por la parte alta... a lo que asentimos todos los de alrededor sin dudar. Yo a los dos minutos le dije que evidentemente de las patas de abajo al ser mas largas también salían más filetes que de las de arriba y el me respondió “claro claro”.

vaca euskaldun maleducada
Tampoco olvidaré el entrenamiento del sábado en el paseo que va de Zarautz a Guetaria al pie del mar, ni esos pinchos y esas risas por Donosti con Juanjete, SuperJuan y Antoñito. Ni esa ducha postcarrera que ni Usain Bolt: 30 y pico nos duchamos en media hora raspada porque se nos hacía tarde para ir a comer. Plusmarca mundial de cualquier Club del mundo, confirmado por la agencia Guiness de los Records.

Fondistas a la puerta del hotel esperando el bus para ir a la Sidreria

Y por supuesto y por encima de todo no olvidaré la comida post-carrera en la Sidrería Aginaga de Usurbil. recomendada por José Enrique, con su menú sidrería; los vítores a Juan, nuestro hombrecito que venció en su categoría +70 años con 1h30:00, que portento, yo de mayor quiero ser como él. Qué bien lo pasamos, es lo que tiene la buena comida, la buena compañía y sobre todo la barra libre de sidra y rioja ¡AUUUPA! La celebración se alargó hasta las 18:00, cuando alguno estaba ya con el patxarán. Un par de horitas más y había ardido Troya, mecaguen, malditos domingos.

Y la guinda del viaje fue cuando subimos a la planta de arriba de la sidrería para marcharnos. El salón de arriba estaba lleno de corredores como nosotros celebrando su participación en la Behobia. Calculo yo que habría unos 250 comensales/runners todos atentos a un tipo como un silbido en el centro del salón que estaba encima de una silla. Gritando desaforado "¡¡todos arriba de las sillas!!" y agitando la servilleta por encima de su cabeza.  Y como si se tratara de un Dios todos a una arriba de las sillas y a agitar las servilletas. Era ni mas ni menos que ¡Martín Fiz! Nuestro verdadero Rey Emérito.Un espectáculo.

El Rey Emérito del maratón español (con permiso de don Abel Antón)
Y poco más que contaros amigos, de la organización del viaje se encargaron José Enrique (el secretario), Armando (al micrófono) y Natalia y Marisol (a los mandos técnicos); todo lo han cuidado hasta el último detalle, inscripciones, comunicaciones previas al viaje, reparto de dorsales, alojamiento, comidas. Todo ha salido redondo, ENHORABUENA CHIC@S Y MUCHAS GRACIAS, os lo habéis currado a base de bien, ¡AAUUUPA! por vosotros.

Ésta tampoco nos la cuentan amigos.


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2 comentarios:

  1. Enhorabuena a todos los corredores y acompañantes!!! Y sobre todo a los organizadores. Un beso grande.
    Que sería de la vida sin estos ratitos.
    A la próxima me apunto ;-)
    Margot.

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  2. Creo que casi todos repetiríamos esta experiencia, la carrera perfecta su organización, ambiente y hasta el tiempo acompañó, no fue del todo tan malo como esperábamos.
    Gracias a los que dedicaron su tiempo a organizar este viaje y salir de 10

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