miércoles, 3 de julio de 2013

Objetivo “Me dan igual 8 que 80”.

By Antonio Medina

Como bien sabéis la mayoría, vivo en Burguillos. Como dicen las abuelas “Ahí está vuestra casa”. Todos los días cuando cojo camino a Toledo me encuentro con esta señal:

 


Al contemplarla rara es la vez que no me viene a la memoria el dicho “A ese le dan igual 8 que 80”. El significado literal del refrán hace referencia al cafre que le importan un bledo las consecuencias de sus actos, si benefician o perjudican a alguien, incluso a si mismo. Yo veo la señal y me acuerdo del refrán, pero lo interpreto como decía Frank “a mi manera”, y como no podía ser de otro modo lo llevo al terreno del correr:

“Me dan igual 8 que 80” Punto de forma colateral temporal. Cuando uno acaba la aventura de los 42 kms y no ha tenido secuelas graves, su estado de forma es imponente por dos razones:
1ª razón) El entrenamiento del maratón está en las piernas y la moral está por las nubes. Esto es independiente de que no se haya logrado el objetivo fijado previamente (casi siempre relacionado con el maldito cronómetro); tarde o temprano aparecerá el poso de satisfacción por haber completado un maratón más. Con perspectiva siempre aparece un “ahí queda eso” o el típico“otra más en la buchaca”.
2ª razón) Nuestra cabeza está liberada del estres de semanas y semanas con las ataduras del plan de entrenamiento. Se empiezan los planes con mucha ilusión, pero las últimas semanas uno está hasta el último pelo (cuidado con los chistes eh), de series, de kilometradas domingueras e incluso  aunque uno sea un medio santo, hubiera deseado la muerte fulminante de Filípides por ejemplo… en el km 21.

Digo Colateral porque este punto de forma no es buscado, es fruto del entrenamiento para el maratón. Se está en un punto de forma y anímico que permite entrenar y da igual salir a rodar 8 kms que 80 pero este estado no es buscado, es un beneficio colateral a la preparación del maratón.  Y digo temporal  porque ese estado de forma desgraciadamente tiene fecha de caducidad, se calcula que dura 1 mes, mes y medio a lo sumo. ¿Por qué? Porque el nivel de entrenamiento no se mantiene, el estado de euforia se va diluyendo y se vuelve a la rutina del grupo y de las carreritas de Chichi-ná.

“Me dan igual 8 que 80” Punto de forma permanente. Los jóvenes del lugar y doy fe porque llevo también unos cuantos años en la AFT, recuerdan que las salidas domingueras se basaban en el eslogan: asfalto, kilómetros, charla y risas. En cualquier momento del año uno ofrecía un ¿qué os parece si la semana que viene hacemos la Media Maratón de Pernambuco?, y nadie dudaba de que sus piernas estaban en condiciones de aguantar con solvencia esos 21 kms. Hoy lo recuerdan/recuerdo con el reproche de que actualmente los domingos la gente se conforma con entrenamientos de hora y cuarto/hora y media raspadita.

Momento abuelo Cebolleta pero que viene al caso: El domingo bajaba a la Vega con 2 ampollas de glucosa en el sobaco (¿geles? ja) sin saber el recorrido que se iba a hacer; la noche antes me despedía de Margot con un “no se a qué hora llegaré, creo que para comer si”. En la Vega preguntaba (como quien no quería la cosa) por el recorrido que íbamos a hacer: “Hoy vamos a Mocejón y desde allí a Olías por la carretera de Magán y vuelta a Toledo”. Y a mi me entraba un tembleque de rodillas y guiñaba el ojo como el de Martes y Trece. Y por dentro: “quién carajo me mandará a mi”. Algunos pensaréis que el recorrido podía ser atractivo porque se iba por caminos, disfrutando de las flores y los pajaricos… ¡que caminos ni que ocho cuartos! ¡¡se iba a fila de a tres por el arcen y si te tocaba ir por fuera, con los retrovisores de los coches haciendo fiuuu en tu codo derecho!!. Y por lo bajini, cuando nadie me veía, sin que nadie se diera cuenta, le preguntaba a Pepe:

- ¿Eso... cuántos kms son?
- Son unos 30.
- Glups, yo tengo en casa un cerro de plancha y en Azucaica a lo mejor me vuelvo..
- Los domingos hay que hacer distancia, tú te vienes con nosotros.

¿Parece una penitencia? No os confundáis. Para mi era un reto, el tembleque me duraba 5 minutos… hasta que ya en marcha, había una voz que preguntaba “¿Antonio, estás ahí?” y yo contestaba “De momento si”. Rodábamos en grupo (si, se puede), escuchaba la conversación, me reía con los chistes, bebíamos donde la noche anterior Curro había dejado las botellas de agua… y miraba el Casio (¿garmin? ja-ja) y decía “coño, ya van 2 horas”. Y en el arcen de la N-401 a la altura de Kaito pensaba: “Y estos bestias siguen charlando ¡van silbando!” Eso es, ir silbando. IR SILBANDO. Yo de mayor quiero ir silbando, que me den igual ocho kilómetros que ochenta, ocho minutos que ochenta… ¿Bajar el pistón cuando has hecho el maratón? ¿Bajar el pistón tras una carrera? ¿Coger la bicicleta para desintoxicar? ¿Nadar? ¿Gimnasia? ¿Parar aprovechando que uno está de vacaciones? La gente contesta con infinitivos: "Recuperar, regenerar, descansar..." Si no me duele nada ¿Por qué? ¿para qué?

6 comentarios:

  1. Que razón tienes "secretario", nos estamos volviendo "fisnos" (un@s mas que otr@s), pero como bien dices, nos da igual 8 q 80 así que, vamos a por todas.....a entrenaaaaar!!!!

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  2. Este relato/ensayo levanta la moral a cualquiera. Pues no se hable más: !vamos a Mocejón por Magán!



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  3. Yo también de mayor quiero estar así de loca, e incluso aprender a silbar mientras voy a Mocejón por Magán, pero no sé si de aquí a entonces no tendré 90 años, con lo cual...pero, ¿porqué no? jeje.

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  4. Querido secretario, igual 8 que 80¡¡ así que el entregado coche escoba intentará estar a la altura de la AFT, se ponga las metas que se ponga. En estos momentos se está procediendo a reforzar el botiquín.
    Solo una cosa más:... agarre usted las zapatillas, la bici, a la familia y poco más y véngase para Cobisa, que Burguillos siempre fue el pueblo de los enemigos.

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  5. Si mujer, na menos que a Cobisa...la última vez que fuí a Cobisa me tiraron al pilón al grito de ¡¡forasterooo!! Menudos son, y los del casco histórico los peores.
    Yo ya estoy integrado en Burguillos ya me/nos conocen los caminos, los indígenas ("¿qué Antonio? ese que corre"... "¿Margot? la mujer de ese que corre").
    Burguillos power!

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  6. ¡Viva Honduras!..., quiero decir ¡Viva Cobisa!

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