viernes, 28 de junio de 2013

Los últimos serán los primeros...¡¡o no¡¡

Crónica del Coche Escoba oficial de la Asociación de Fondistas Toledanos.

Por si no lo sabéis, existe en Toledo, la gran ciudad imperial, una gran pasión por el atletismo y por todo lo que implique salir corriendo como las balas a la mínima oportunidad. Por ello, no es raro levantarse un domingo a las 8 de la mañana y encontrarse al volver una esquina con algo como esto:



Sí, todos hemos pensado lo mismo de esta imagen: ¿porque son todos tan blancos? Serán ingleses, o primos  míos.

Y una vez repuestos del susto...nadie podría negar que hay que estar muy loco por el deporte, o loco a secas,  para dejar la cama a tan tempranas horas, ponerse unas mallas embutidas (aquí cada cual con sus lorzas correspondientes, o con sus piernas de alambre, que también para esto hay  todo un surtido de cuerpos serranos), la camiseta, las zapatillas, las medias de compresión, el gps y demás elementos que componen el atuendo con el que se puede identificar, sin lugar a dudas, a un corredor como Dios manda.
Si el pobre Emil Zatopek levantara la cabeza, ante tal suerte de elementos extraños que llevamos los corredores de hoy día, no podría más que decir: ¡¡¡Estáis muuuu tontos, hijos míos¡¡¡ No hay más que pensar que este hombre entrenaba con...¡¡¡las botas de militar¡¡¡¡¡ Me salen los ojos de las órbitas de pensarlo.

En nuestra distinguida Asociación de Fondistas Toledanos, tenemos la sana costumbre de salir a correr los martes, jueves, sábados y domingos...y los días que se tercien porque siempre habrá por ahí los que hagan los llamados...¡¡¡kilómetros en negro¡¡¡¡ Esto consiste en decir que no entrenas nunca, que no tienes tiempo, y luego salir corriendo como estos tres elementos:

                                                                                   
                                                                                 


















Naturalmente, algunos y algunas necesitamos más entrenamientos que estos personajes privilegiados y dotados de superpoderes para el noble arte de mover los perniles que Dios les regaló.

Y, aunque parezca envidia, a veces nos sentimos tal como algún personaje de dibujos animados, que, tras correr toda su vida detrás de una ilusión, aún así, sus dibujantes no han tenido la piedad de terminar con ese sufrimiento...ni con el nuestro:



Porque, sí, somos los últimos, lo reconocemos, pero, ¿acaso no merecemos un lugar en este competitivo mundo? 
Porque, ¿no sudamos igual? ¿o más?, ¿no se nos caen los lagrimones en el invierno? ¿no nos desintegramos con vosotros en el verano al llegar a la Peraleda? 
Y si, inconscientes y locos, decidimos un domingo levantarnos para subir al Mortirolo, ¿no lloramos y nos quejamos? ¿no maldecimos al inventor de la brillante idea? ¿No nos pinchamos, nos caemos o nos ponemos como un Ecce Homo? Y no cualquier Ecce Homo, no, nos ponemos... ¡¡¡como el Ecce Homo de Borja¡¡¡¡¡ o sea, ¡¡muy malamente¡¡

Y todo ello lo sufrimos en silencio como...bueno, no tan en silencio, somos un coche escoba medicalizado (no nos falta de nada, tenemos al mejor médico de España y Andorra) con una gran capacidad de comunicación y cualquier día daremos con la fórmula para arreglar este país llamado Espaaaaña (estamos en ello).

Ni siquiera se nos ocurre recurrir a artimañas dignas de Piernodoyuna basadas en sabotear y poner bombas marca ¿Acme? (para los más jóvenes, ahí va una imagen del susodicho y su perro, Lindo Pulgoso):

Porque este deporte es algo serio, señores y señoras. 
Sabemos que hay algo que nos mueve a salir a estas horas intempestivas, embutidos en unas mallas, con frío, con calor, solos o acompañadas, con música o sin perro que nos ladre, ni siquiera Lindo Pulgoso.

A veces es lo que nos empuja a luchar contra nosotros mismos, contra nuestros mismos miedos e inseguridades, contra los malos sueños que nos hacen despertar por la noche. Eso que nos mueve a buscar lo mejor de nosotros mismos, dejando atrás lo que no nos gusta, lo que nos hace esclavos.
Corremos, sin huir de nada más que de aquéllo que nos inmoviliza, y ser los primeros, los últimos, los intermedios...en realidad, no importa.

Y todo ello, sin recortar ni un kilómetro del recorrido...Bueno, venga, aceptamos haberlo hecho alguna vez, pero, quién esté libre de recortamientos, que tire la primera piedra.

Bueno, aquí han venido algunos dispuestos a tirar las piedras...Si es que los hay con unas aficiones...son de los que no aguantan una broma, como diría Gila.

Imagen de la película "La Vida del Fondista Toledano"

Tal vez algún día cederemos el puesto de coche escoba y pasaremos de nivel como en el Candy Crush Saga, aunque esperemos no hacerlo en estado de decrepitud como el de estos elementos, que deben haber tenido mejores momentos en los cuales te despeinaban al pasar corriendo (al que todavía tenga pelo):



Y para las maravillosas fondistas toledanas, un mensaje: ¡Corred, chicas, corred¡ No vayáis a acabar como Wonderwoman:

Y, ¡Por Dios¡ ¡No os sentéis encima del perro¡ ¡Criaturita¡


Hace ya seis meses, más o menos, que decidí, con total inconsciencia (porque siempre he sido una loca), presentarme en la Escuela de Gimnasia y salir a correr con todos/as vosotros/as, sin ni siquiera pensar si podría o no.
Tenía dos opciones: quedarme en mi casa decidiendo cuándo iba a ser capaz, o simplemente salir y probarlo. Decidí no quedarme en casa llorando por la vida perdida y crear una nueva y propia.
En ocasiones, cuando voy corriendo con mis compañeros, pienso que si miro en cualquier dirección, sé que no me equivoqué al elegir el camino.  No tengo más que mirar esta imagen para darme cuenta:

Sí, somos nosotros...¡sin mallas y vestidos de personas¡ 
Para los compañeros y compañeras que lo fueron, que lo han sido y que lo serán siempre, para los que se han ido y no volverán, y para los que esperamos que vuelvan y, mientras, llevaremos siempre en nuestro recuerdo. Porque estén con nosotros, corriendo por esos caminos, subiendo y bajando cuestas...en la misma dirección siempre.


Pues nada, que me apetecía compartir esto.
¡¡Hasta la próxima crónica, jóvenes¡¡

By Lola

9 comentarios:

  1. A todos nos ha pasado más o menos lo que escribes.
    Muy buena crónica. (Y qué agustito te has quedao).

    ResponderEliminar
  2. Mira tú donde había una plumilla agazapada.
    Lola, lo de menos es donde te coloques sea por capacidad, por estado de forma, por preferencias; da igual ir en el coche escoba, en el grueso del grupo o en la punta de la flecha, bueno ahí no he ido nunca pero me temo que hablan poco con lo cual me iba a aburrir soberanamente. Al final siempre tiene que haber una foto de amigos como la que enseñas. Si no hay foto... mal vamos.

    ResponderEliminar
  3. Lola me asocio a tu coche escoba, y aunque no he ido siempre en esa posición, últimamente no soy capaz de ir en otro sitio, ¡y tan contenta! con muy buena compañía compartiendo tertulia y buenos amigos, hasta puedo ir hablando, ¡¡¡quizás demaseado!!! ya lo se.
    Luego nos veremos y haremos que la gente siga nuestro ritmo, verás como les damos envidia a mas de uno.
    Felicidades por ese relato

    ResponderEliminar
  4. Como dijo Jack el Destripador: vayamos por partes,
    Gracias, José Ignacio, es cierto que me ha gustado escribir esta crónica.
    Antonio, estaba ahí agazapada para pillaros a "traición", jajaja. En serio (que a veces hablo en serio), tienes toda la razón, al final lo que importa no es el camino recorrido en el menor tiempo sino haber disfrutado del camino, y mejor con buena gente.Por cierto, ¿será por fotos? ¡¡hoy hemos hecho un book¡¡
    Yayo, muchas gracias, a mí también me encanta compartir tertulia (¿va a ser cierto que hablamos demasiado? jaja), y mira por donde, hoy han seguido nuestro ritmo...un día es un día, jeje.

    ResponderEliminar
  5. ¡viva el coche escoba medicalizado que tenemos!!!!!

    ResponderEliminar
  6. Felicidades por la crónica!
    Si pensabas que por ir en el coche escoba tenías poco por demostrar o comentar, te equivocas, porque precisamente desde atrás se tiene mejor perspectiva que desde otras posiciones adelantadas, porque ves a todos.
    Gracias por hacernos ver a los demás una forma de vivir las carreras y los entrenamientos distinta y atractiva también.
    A seguir adelante con los entrenamientos, las carreras y las crónicas.... lo importante es estar siempre bien acompañado.

    ResponderEliminar
  7. Anónimo, coincido contigo (seas quien seas): Viva el coche escoba medicalizado¡¡¡¡ :)

    Rafa, muchas gracias, a mí en concreto me queda mucho que aprender, no tengo prisa ni me agobio, y lo mejor de todo es que, como tú dices, desde atrás se aprende más, viendo a los mejores. No podía tener mejor aprendizaje, ni mejor compañía :)

    ResponderEliminar
  8. Muy bueno Lola ....cuanta razón tienes

    ResponderEliminar
  9. Jorge, muchas gracias, ya sabes, las mujeres siempre tenemos la razón, jajaja.

    ResponderEliminar