La Raya Azul

Un ciudadanito que vaya en su coche por las calles de su ciudad, por ejemplo Madrid y vea una raya azul  discontinua sin final aparente pintada en el suelo (afortunadamente para nosotros ese “sin final” sólo es apariente) se preguntará “¿será una nueva señalización horizontal del ayuntamiento que nos indica que podemos aparcar (previo pago, por supuesto)?”. Luego si tiene suerte y alguien le explica el objetivo de esa rayita pensará, “j*... tíos que corren 42,195 metros para llegar al punto de salida…  y les pintan una raya azul del principio al final de la carrera (que es el mismo punto)…. pero ¿no va un coche delante de la carrera, y luego el reloj, y luego los negritos y los marroquíes, y luego un corredor, y luego otro y así sucesivamente hasta el último corredor? ¿son tan torpes que se pueden perder? ¿es necesario manchar el dominio público con una raya azul porque tropecientos atletas torpes (recordemos: uno detras de otro) se confunden en el recorrido? ¿No sería más fácil y menos dañino para el medio ambiente que se amarraran con una cuerdita como cuando los niños de parvulario van de excursión?"
A mi personalmente, cuando voy corriendo el maratón de Madrid, la dichosa rayita me entretiene: “¿y si no voy por la raya, haré más metros?... menuda faena si por no seguirla me chupo 100 metros más, o a lo peor 200 o 300… si la han pintado, será para seguirla ¿no?” La organización siempre ha dicho que siguiéndola escrupulosamente recorreremos exactamente los 42,195 metros, ni un metro más y ni uno menos; pues entonces, habrá que seguirla ¿no? Sobre todo porque no sea que hagas metros de más; pero imaginaos que casi cruzando la meta, ya con los brazos levantados, intentando no arrastrar más los pies y luciendo sonrisa (por el tema de salir en la foto un poco guapo), en ese justo momento imaginaos que os cogiera del brazo un Sr. juez de carrera (pongamos Epi), y te dijera “Alto ahí, usted tiene que hacer 100 metros más porque en la calle Fuencarral le hemos pillado que se desvió de la rayita azul y se ha comido cien metros”.
En fin, no me enredo más que al final no salgo del charco; Aquí iremos insertando estos humildes boletines informativos de la AFT con la única intención de que os entretengan un rato, al menos el mismo tiempo que a mí me entretiene en la maratón la verdadera Raya Azul.


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