Tengo que reconocer que me
equivoqué.
No eran 5.145km los que nos separaban a Jorge y a mí de nuestro
hijo.
En realidad eran 11.483km, el
número de kilómetros que separan Toledo de Xai Xai.
También tengo que reconocer que
no he venido corriendo hasta aquí, aunque algunos viajes de avión son casi tan
agotadores como una maratón. No he venido corriendo, pero he venido luchando contra viento y marea,
e incluso a veces contra el propio destino.
Tampoco vine a Mozambique a
buscar a nuestro hijo, vine a trabajar en lo que me gusta. Pero algunas veces
por el camino te encuentras cruces
inesperados, y en Xai Xai estaba nuestro cruce. Aunque no lo sabíamos, tomamos
el cruce adecuado.
Dicen algunas mujeres que olvidan
los dolores del parto cuando ven las caras de sus hijos. Aquí una madre que no
olvida y que no quiere olvidar. No conozco los dolores de parto, pero si los
dolores que provoca la lucha contra los elementos en los que se convierte un
proceso de adopción para una familia.
Salomão nació hace 5 años y es
nuestro hijo. No tengo que deciros lo felices que somos.
De momento le gusta lucir la
camiseta de la AFT…. Quién sabe si nos acompañará algún día para hacer algunos
kilómetros con nosotros¡
Fondistas Toledanos, gracias por
acompañarme durante tantos kilómetros.
Noraguena Begoña!! Q bien luce con la roja. Besitos
ResponderEliminarConozco esa sonrisa. No hace tanto que pasamos mi mujer y yo por dos" partos" como el tuyo. A ese Fondista le quedan muchas metas, y alguna la cruzará contigo. FELICIDADES
ResponderEliminar¡Qué hermosa entrada! Cuando una puerta se cierra, otra se abre. Felicidades, familia. Espero que nos volvamos a ver pronto. Un beso.
ResponderEliminarMe alegro Begoña que tu meta la hayas conseguido, ahora te quedan muchas etapas mas a lo largo del recorrido. Felicidades y un besazo grane para los 3
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