lunes, 7 de septiembre de 2015

11.483 km


Tengo que reconocer que me equivoqué. 
No eran 5.145km los que nos separaban a Jorge y a mí de nuestro hijo.
En realidad eran 11.483km, el número de kilómetros que separan Toledo de Xai Xai.

También tengo que reconocer que no he venido corriendo hasta aquí, aunque algunos viajes de avión son casi tan agotadores como una maratón. No he venido corriendo,  pero he venido luchando contra viento y marea, e incluso a veces contra el propio destino.

Tampoco vine a Mozambique a buscar a nuestro hijo, vine a trabajar en lo que me gusta. Pero algunas veces por  el camino te encuentras cruces inesperados, y en Xai Xai estaba nuestro cruce. Aunque no lo sabíamos, tomamos el cruce adecuado.

Dicen algunas mujeres que olvidan los dolores del parto cuando ven las caras de sus hijos. Aquí una madre que no olvida y que no quiere olvidar. No conozco los dolores de parto, pero si los dolores que provoca la lucha contra los elementos en los que se convierte un proceso de adopción para una familia.

Salomão nació hace 5 años y es nuestro hijo. No tengo que deciros lo felices que somos.
De momento le gusta lucir la camiseta de la AFT…. Quién sabe si nos acompañará algún día para hacer algunos kilómetros con nosotros¡
Fondistas Toledanos, gracias por acompañarme durante tantos kilómetros.


5 comentarios:

  1. Noraguena Begoña!! Q bien luce con la roja. Besitos

    ResponderEliminar
  2. Conozco esa sonrisa. No hace tanto que pasamos mi mujer y yo por dos" partos" como el tuyo. A ese Fondista le quedan muchas metas, y alguna la cruzará contigo. FELICIDADES

    ResponderEliminar
  3. ¡Qué hermosa entrada! Cuando una puerta se cierra, otra se abre. Felicidades, familia. Espero que nos volvamos a ver pronto. Un beso.

    ResponderEliminar
  4. Me alegro Begoña que tu meta la hayas conseguido, ahora te quedan muchas etapas mas a lo largo del recorrido. Felicidades y un besazo grane para los 3

    ResponderEliminar
  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar