miércoles, 18 de diciembre de 2013

¿QUIÉNES SOMOS, DE DONDE VENIMOS, A DONDE VAMOS? by Antonio Medina

corredor, ra.
1. adj. Que corre mucho. U. t. c. s.
2. adj. Se dice de las aves de gran tamaño, de mandíbulas cortas y robustas, esternón en forma de escudo y sin quilla, y alas muy cortas que no les sirven para volar; p. ej., el avestruz y el casuario.
3. m. y f. Persona que practica la carrera en competiciones deportivas.
~ de fondo.
1. m. y f. Dep. Persona que participa en carreras de resistencia.

El otro día me contaba mi mujer que una compañera suya de trabajo opinaba que corredores son los que ganan las carreras y los que llegan por delante. A continuación Margot le preguntaba sobre la consideración que tenía del 99% de los restantes "sujetos" llegados a meta. Y aquella decía que esa montonera eran otra cosa,  no sabía definir el qué eran, pero corredores... NO, a lo sumo una especie de "aficionadillos a la carrera" CHIM PUN. Margot replicaba: “vamos que me vas a decir tú que mi marido no es corredor… con más kilómetros que el baúl de la Piquer y que si hiciera caso a los fabricantes de zapas, que dicen que hay que deshecharlas a los 500 kms, nos tendríamos que reservar una partida presupuestaria del copón para tal menester”. ¿Creéis que se bajó de la burra?. Evidentemente no, incluso replicó trayendo a colación a una conocida corredora toledana “esa si que si, esa si que si es una corredora, o yo; porque yo hace muchos años cuando tenía 15 añitos estaba en el club atletismo tralarí-tralará y competíamos en cross, teníamos ficha federativa...”.  Ajá, treinta años sin acelerar el paso ni para coger el bus, con unas piernas deshidratadas, pero como cuando era una pimpollita competía… ella si que era una corredora. Ole y ole, como los Toreros, que aunque se corten la coleta son Toreros para toda la vida.

Pero bueno, las cosas hay que relativizarlas dependiendo de quien vengan, sino uno estaría endemoniado todo el santo día (sobre todo en los tiempos que vivimos). Esta misma persona opina que ahora era el mejor momento para ir de vacaciones a Egipto o a Siria, ya que no hay mucha demanda de turismo a estos sitios  conflictivos y los vuelos están baratos. Digo yo que efectivamente tienes muchas opciones de que al menos el viaje de vuelta te salga de gratiñan, no te j*: estás turisteando por la Plaza Tarir y de un bombazo gratuito te plantan en el sillón orejero del salón de tu casa.

Pero aunque relativicé esa diferenciación entre corredores y "meros aficionados a la carrera" recordé que había leído alguna vez en algún sitio (maldita memoria) que hasta los años 80' la doctrina oficial de los estudiosos del atletismo diferenciaba entre corredores y aficionados a la carrera.

Hace años, correr no era popular y únicamente corrían los dotados para ello, supongo. Hablo de los 70', porque por entonces ¿quién corría en Toledo? Gaytan, Ortega... Supongo que la gente les consideraría una cuadrilla de raros en una ciudad de provincias; ¿tíos hechos y derechos que corrían sin haber cometido ninguna fechoría? naaaaa, unos ra-ri-tos. Pero además de ellos ¿existían los corredores recreativos, tal como los denomina Ricardo? Yo supongo que la gente estaba en otras cosas más importantes, bastante tenían muchos con salir adelante trabajando como para además dedicar su tiempo libre a correr y que ya quedaran tachados en su entorno como el que cogió la linde.

Por entonces, los estudiosos anglosajones de las cosas del correr (entrenadores supongo…) diferenciaban entre “runners” y “joggers”, no todo el que corría regularmente era corredor: según decían los manuales de atletismo, la raya estaba trazada en un ritmo, 4:30 el km: el que podía con ese ritmo era un Señor Corredor. Pero ¿y el que corría más lento de la raya? Un miserable y desgraciado jogger. Manda carajo, uno cualquiera de nosotros (todo a 5’), 3000 kms al año, en invierno con un frío que se te caen los dedos a plomo y con las orejas llenas de sabañones, en verano siempre chorreando y mudando la piel de los hombros, cumpliendo planes para correr un maratón de 16 semanas para llegar a meta en entre 1 y 2 horas después que el ganador (en el mejor de los casos) y resulta que hubo un tiempo no muy lejano en el cual no merecíamos el calificativo de corredores. Pero lo más gracioso para mi es la dichosa raya que habían trazado: si salías hoy a hacer un rodaje a una media de 4’31’’….un aficionado, un jogger; mañana a 4’29’’, un admirable runner, un admirable corredor.

 

Ricardo Ortega con Gaytan y Jose M. Isabel pisándole los talones: 3 Sres Corredores
 
Todos tenemos nuestros mitos atléticos: ¿Quién no tiene en la retina ese Fermín Cacho volviendo la cabeza hacia atrás compulsivamente en la recta de meta del 1500 en Barcelona’92?; ¿o ese abrazo de Martín Fiz, Diego García y Alberto Juzdado en la meta del Campeonato de Europa copando el podio del Maratón de Helsinki 94?.

Pero ¿no os parece también admirable un cualquiera corriendo cuando caen chuzos de punta? ¿o la vecina de enfrente con tres churumbeles y que encuentra un hueco para correr a las 10 de la noche?. “J*, ese si que es un corredor”. Yo creo que siempre hay motivos más poderosos para admirar a un corredor popular con sus limitaciones (en el mundo popular la gran mayoría hacemos lo que podemos) y sus dificultades para entrenar diariamente. Todo el que corre a mi me provoca admiración aún sin conocerlo;  pero es que si además le conozco, pues mayor justificación para admirarle porque sé las razones y circunstancias que le llevan a correr, y de las dificultades que atraviesa para compaginar su vida diaria con su afición. Y me identifico con él en mayor o menor medida.

- Mira que tío más duro, siempre que vengo por aquí ahí está, no falla.
- Mira que tía más dura, con tres macacos y sale casi todos los días.
- Jodó, mira ese, las 3 de la tarde…y haciendo cambios de ritmo...

Pues como os he dicho antes, estos sufridores y sufridoras, hubo un tiempo que no eran considerados corredores. Afortunadamente en los 80’ cuando se comenzó a popularizar la carrera a pie, esas… tontadas se olvidaron. Visto en la distancia parece una broma porque correr es correr y el que corre regularmente como nosotros... es un corredor. Es simple.

Ah, y no hablemos del temita ese de que a las mujeres no se les permitió correr maratones olímpicos hasta 1984. Voy a preguntar por curiosidad a la colega esa a ver qué opina, aunque igual está de crucero por el Nilo…

Siniestro Total - ¿Quiénes somos, de donde venimos, a donde vamos?





4 comentarios:

  1. Jo*, Antonio.....4.30, lejos ando de ser corredora....
    Creo que lejos de las marcas y las definiciones, uno es lo que se siente......aunque sea a cámara lenta.

    ResponderEliminar
  2. Con los años que llevo yo corriendo y los kilómetros que he hecho, me van a decir a mi que no soy corredora, ja, que ahora ya no corro tanto vale, pero como dice Begoña yo me siento corredora.
    Y que me digan, lo contario haber que pasa.

    ResponderEliminar
  3. Antonio esa mujer es una visionaria jaja...felices fiestas a todos

    ResponderEliminar